Mario Guerrero se hizo notar en el Festival Retro de Maullín, y no precisamente por las loas a su show. Resulta que el cantante estaba en medio del espectáculo, cuando según los organizadores, pidió que se cortaran las transmisiones radiales locales, dejando a los auditores con el manso cuello. Al terminar el festival, los reclamos del alcalde Juan Cárcamo no se hicieron esperar: "Es una falta de respeto para la gente. En el contrato no existía ningún párrafo que advirtiera que Mario Guerrero no iba a transmitir su show", soltó el sheriff de la ciudad.