Polina Remkevich es la potable rusa que en el último capítulo de "Infieles" hizo ver estrellitas al suertudo Pato Pimienta.
La ricura, que dejó a medio Chile hablando ruso con su mansa cuerada, asegura, muy tímida ella, que lo único que la urge es no transformarse en un símbolo sexual después de su performance califa.
- ¿Estás consciente que después de tu debut te puedes convertir en símbolo sexual?
- No estoy muy consciente de eso y hasta me da un poco de miedo.
- ¿Cómo así, mijita?
- Veamos qué pasa. Pero al final, uno tiene que enfrentar esto con seguridad. Llevo un año y medio en Chile (vivió otros 10 en Argentina) y este es mi primer rol en una serie de televisión. Antes había hecho sólo comerciales en Chile.
- ¿Podemos recordar algunos?
- El último fue para Café Cruzeiro. También grabé uno con Valeria Mazza para Falabella. Claro que la atención se la llevó la modelo. Yo era un personaje muy secundario. También hago eventos y desfiles.
- ¿Por qué te quedaste en el terruño?
- Estoy muy feliz acá, trabajando y enamorada.
- ¿Enamorada?
- Sí, conocí un chileno y me quedé por amor. Él no es del medio.
- ¿Se podría saber quién es el afortunado?
- Se llama Ricardo Contreras. Lo nuestro fue amor a primera vista. Fíjate que donde menos lo esperé vine a encontrar el amor.
- Ya te sientes una chilena más... ¿Has probado los porotos con riendas?
- Sí, pero me gustaron más las lentejas.
- ¿Qué otros proyectos televisivos tienes?
- Por el momento ninguno.
- ¿Te gustaría algo como "Fiebre de Baile"?
- Aceptaría el desafío. Me gusta bailar y me serviría como ejercicio para formar mi cuerpo.