Nada de bien le ha ido a Mel Gibson desde que anunció que su próximo proyecto cinematográfico se basaría en la vida del guerrero Judas Macabeo.
Al toque, la comunidad judía de Gringolandia manifestó que no le gustaba para nada la idea del compadre. Varios líderes semitas criticaron las intenciones del actor y productor de cine, en la onda de cómo se le ocurría hacer el filme y tocar su historia, siendo que hace unos años se mandó unas feasas declaraciones en contra de dicho pueblo.
Pese a todo lo anterior, Gibson no se ha retractado ni un centímetro de realizar la cinta, con o sin la aprobación de los aludidos.
Según han soplado sus amigotes en la prensa gringa, él no siente que tenga que entrar a conversar con la contraparte porque "no hay ningún inconveniente entre ambos", además, afirmaron los yuntas, la estrella hollywoodense "no los odia".
Al parecer, el protagonista de El Patriota dejó bien bajo tierra los fuertes comentarios que salieron de su boquita el año 2006. En ese tiempo se fue de lengua y dijo que "todas las guerras del mundo" eran culpa de los judíos. Esto cayó como patá en la guata a los mencionados y de ahí que a Mel no lo pasan ni en talla.
Por si fuera poco, el papá de Gibson también pensaba lo mismo y prendió el ventilador para referirse de mala manera a la comunidad judía.
