Lejos quedaron los años de gloria en que el péndex Macaulay Culkin era el ídolo de la barra por sus actuaciones en pomadas como "Mi pobre angelito" y "Ricky Ricón". El cabro cumplió 30 años y nadie se dio cuenta. Los atados judiciales con la droga hicieron que el niño estrella quedara relegado a un tercer plano y sin que nadie recordara su bacán pasado.