Hace años que no se veía una euforia de tal calaña en las afueras del Club Hípico, porque las miles de enfervorizadas fans que estuvieron desde bien temprano junto a sus papurris a la espera del show de los Jonas Brothers, tenían la grande con sus gritos y cánticos dedicados a los ídolos gringos.
Las primeras pitufas, terrible de aperadas con cintillos, poleras, muñequeras, carteles y banderas se dejaron caer por avenida Blanco Encalada desde las 9 de la matina, generando de una que los más de mil carabitates dispuestos para la velada estuvieran en acción durante toda la matina.
CHATAS
Antes que abrieran las puertas, pasadas las 15 horas, pudimos parlar con Nicole, una chicuela que llegó a las 8 de la matina a las afueras del Club, y que nos contó que la espera igual la tenía hasta el cogote.
"Queremos reclamar porque son pasadas las tres de la tarde y todavía no abren las puertas. Estamos todas apretadas, no nos dejan ir al baño y la gente que ya pudo entrar es la que está apitutada", comentó la cabra, que igual nomás hizo la cimarra en su colegio para asistir al show: "No me los podía perder, son mis ídolos".
Otras chicuela que se arrancó del pupitre fue Ximena, del Darío Salas, que con sus compañeras pokemonas también estaban a la espera del show de los intérpretes de "Burnin' Up". "Muchas compañeras de nosotros también hicieron la cimarra, pero no nos importa. Fuimos al hotel en la mañana, pero no los pudimos ver. Y si nos llega reto en el liceo, no nos importa, porque damos todo por los Jonas Brothers", indicó la jugada fan.
Un caso más sacrificado fue el de Sofía Alarcón, de 12 años, y oriunda de Los Andes, que fue con su mami a ver el show del trío gringo: "Me compré la entrada más cara, que es de 120 lucas, por lo que estuve juntando las mesadas durante un año. Mi mamá se quedará en la casa de unos parientes y de ahí me pasará a buscar con mi papi".
Por otro litro, las pitufas Laura, Leonela, Belén y Yael, también llegaron desde bien temprano al Club Hípico: "Fuimos al colegio, pero nuestras mamás nos sacaron temprano por los Jonas".
CUALQUIER CUÁTICA Y CHILLIDO
Como el car'e gallo golpeó directo en el mate a las miles de fanáticas que hacían la vigilia para ver a los Jonas Brothers, no faltaron algunas chicuelas que no aguantaron las horas de espera, la deshidratación y la fatiga, por lo que lentamente algunas empezaron a desmayarse. Hasta las 15.30, eran cerca de 20 las desvanecidas, que fueron atendidas rápidamente por el personal de primeros auxilios que estaba instalado también desde tempranas horas en el recinto de carreras.
Y para no perder el vuelito, varias cabras gritaban como locas, especialmente a las 14 horas, cuando se escucharon algunas notas de la prueba de sonido del trío sensación del momento.
Alberto Brieba L.