Milostich: "Debo volver a quererme, pues me falté mucho el respeto"

Más flaco, con los ojos vidriosos y moviendo sus manos constantemente, Julio Milostich reapareció en la pantalla enana en una emotiva entrevista que concedió a   "Animal Nocturno".

El actor, a pesar de haber estado internado en una clínica para adicciones y sobrellevar un tremendo lío judicial, calificó este año como maravilloso, pues interpretó el papel de su vida ("El Señor de la Querencia") y aprendió a valorarse.

"Toqué fondo y dejé de preocuparme de mí... le di más importancia a cosas que no valían. Las dependencias me hicieron abandonarme, dejar a la familia, alejarme y cerrarme", comentó nervioso y hablando entrecortado.

Julio, a pesar del éxito, se sentía abandonado, "estaba tremendamente solo... vivía en un estado irreal y tenía poco tiempo para ser yo mismo", aclaró.

TRATAMIENTO

Tras pelearse con su "conocido" Marcelo Aravena, dueño del pub UVA, llamó a sus más cercanos del área dramática de TVN quienes fueron a verlo a su casa.

"Estaba más abajo del suelo... La clínica era la única opción y me entregué... Lo más triste fue cuando tomé la decisión y armé mi maleta. Era sentir que mi vida iba a cambiar", dijo.

Al llegar al centro de rehabilitación Bretaña se sintió profundamente abandonado y víctima del pánico. Para calmarlo le inyectaron sedantes y "por fin pude llorar como no lo había hecho en mucho tiempo".

El tratamiento duró dos meses y al finalizar Milostich se puso chúcaro y se negó a seguir tomando remedios y a hacer terapia. Tiene claro que los bajones que le vienen son fuertes, por lo que pretende retomar las visitas siquiátricas. "Dejé mi círculo de amigos y no he tenido tentaciones... Necesito aún más afecto del que tengo. Debo volver a quererme, reencontrarme conmigo, pues me falté mucho el respeto".

MATEO

Su hijo Mateo tiene dos años y es la razón de su vida. "Él es quien más falta me hizo cuando estuve en la clínica, aun cuando lo veía. Es un dolor que no se puede explicar", verseó a punto de explotar en llanto.

"Mi hijo es mi motivación para salir adelante", agregó, sin por ello quitarle valor a su madre, quien "es una viejita de 88 años, de quien yo soy sus ojos y no logro imaginar cuánto sufrió por mí".

MOCHA

Sobre la pelea que tuvo en el UVA, por orden judicial no puede parlar. Pero sí dijo dos cosas: "Jamás le tiré a nadie una estatua" y "ojalá algún día pueda reconciliarme con Marcelo".

Karen Punaro Majluf

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