"Mirta me dijo que todo iba a estar bien"

El caso de la alcoholemia trucha a Leo Rey sigue dando manteca. Ahora resulta que hasta el Consejo de Defensa del Estado interpuso un querellón por falsificación de instrumento público en contra de los tres funcionarios involucrados en el chanchullo, dos de los cuales fueron formalizados ayer por obstrucción a la investigación que lidera el fiscal Hernán Martínez.

Tal como adelantó el diario pop, el enfermero y jefe de turno del Servicio de Urgencia del Hospital de La Calera, Jorge Díaz, y la paramédica Mirta Rojas, fueron formalizados por un lote de antecedentes que los podría dejar desde presidio menor a 541 días con traje a rayas, aunque la pena podría ser remitida.

Ayer fue el propio fiscal Hernán Martínez quien desclasificó la bomba: Desde un primer momento el ídolo cumbianchero cachó que Mirta se había sacado su sangre para reemplazarla.

De hecho, el fiscal leyó clarito la declaración que el ruliento hizo el 6 de mayo pasado con su puño y letra sobre el cahuín que le permitió zafar con "0.0" (cero coma cero) copete en su metabolismo.

"En ese instante se acerca una señora de unos 40 años (Mirta Rojas), gordita, pelo negro, quien me dijo que no me preocupara, que iba a estar todo bien, y me dijo 'mírame el brazo' y vi que tenía un pinchazo dándome a entender que era su sangre la que se había mandado como mía. Yo sólo le di las gracias y ella expresó que era admiradora mía".

Pa' rematarla, el artista cantó: "Ella nunca me dijo que había cambiado la muestra de sangre, sólo me lo dio a entender diciéndome que todo iba a estar bien y mostrándome su brazo, y era obvio a lo que se refería. También me dijo que con esto hasta podía perder la pega".

Tras meses calladita, al fin se supo que la propia Rojas también confesó su participación al fiscal Martínez y echó al agua al enfermero Díaz, quien rotuló la fallida muestra cuyo frasquito terminó en el Servicio Médico Legal de Valparaíso y resultó ser de la paramédica.

La noche del 13 de marzo llegó Leo Rey al hospital y ella se revolucionó. Quiso ir a ver a su ídolo, de quien se reconoció una fanática. Al ver que el ruliento estaba con cara de urgido por su "hálito alcohólico", se inmoló.

"Ingresó el enfermero Jorge Díaz al box a tomarle la alcoholemia (a Leo Rey) y en ese momento hablé con una compañera de nombre Minta General, a quien le pido que me tome una muestra de sangre sin decirle para qué la quería, aunque ella me pregunto y pensó que era para un examen".

"Una vez que Minta me tomó la muestra de sangre me quedé con ella y la deposité en un frasco sin que nadie me viera. A continuación, me paré en la clínica y esperé que el enfermero saliera a lavarse las manos y en ese momento le ingresé el frasco con la muestra en el bolsillo del delantal y esperé en la clínica que terminara el procedimiento. Cuando el enfermero va ingresando al box me di cuenta de que lo que estaba haciendo era delicado y traté de revertir la situación, pero no pude, porque estaba con un carabinero adentro".

Después la profesional jura que le preguntó a Díaz qué había hecho con la muestra de Leo Rey, pero el enfermero no la habría pescado.

"Cuando le pregunté al enfermero si había cambiado las muestras, éste ya se había percatado que yo le había introducido el frasco en el bolsillo, ya que me dijo que no, y no preguntó de qué frasco le hablaba", dijo.

En tanto, el enfermero se limitó a decir que era inocente y que a raíz del caso lo está pasando como la mona.

Su versión de los hechos es que él no hizo nada, pero se contrapone a la que manifestó Mirta. Sin duda, esta pata será la clave dentro del proceso. que tiene un plazo de investigación de tres meses y en el cual se decretaron las medidas cautelares de firma mensual en Carabineros y arraigo nacional para los dos imputados.

Hoy el cantante será formalizado por manejo en estado de ebriedad.

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