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La Casona de Mundos Opuestos parece una olla a presión. Los cabros están al borde de la locura al cumplir tres meses de encierro (y se vienen al menos dos más), razón por la cual sufren peludas consecuencias como: bajones de ánimo, depre, flojera, ultra sensibilidad, agresividad, entre muchos otros dramas provocados por la neurosis de vivir en un "régimen carcelario".
El tema tiene de cabeza a la producción del espacio que cuenta con una asesoría de sicólogos como para contener el entuerto. Sin embargo, y pese a la experiencia del 13 en la materia, lo extremo de la pomada y el éxito de sintonía tiene a los participantes fundidos.
Tras consultar a expertos de la materia y concursantes de experiencias similares, resumimos en diez las claves de la locura del encierro.
La ausencia de contacto con la realidad, la lejanía de la familia, la falta de afectos y otro lote de falencias en pro de las luquitas y la fama pasan la cuenta. Así es como cabros como Andrés Longton han llegado a llorar desconsoladamente producto de estar cinco semanas en el pasado. También vimos la tremenda pelea de gatas entre Angélica Sepúlveda y Fanny Cuevas (que se la pasa llorando), lo que devela el grado de agresividad en que pueden caer hasta las mujeres.
Otros ejemplos son los cambios de estado de ánimo de Mariana Marino y Sebastián Roca, quienes conforman un triángulo amoroso con Agustín Pastorino. Llantos, peleas, aniñadas varias, reconciliaciones, intentos frustrados de fuga para "cambiar de aire" y largas horas de ocio donde se dan cuenta que no están bien y que ya no aguantan generan un tobogán de emociones.
A tanto ha llegado la cosa que los titanes de la producción se han tenido que convertir en chaperones y niñeros para evitar los conflictos.
Otra muestra del drama es ver a la pobre Domi Gallego, acompañando a los instructores hasta la puerta de acceso al encierro siempre con la esperanza de poder lorear un segundo lo que pasa afuerita de la Casona y así tener un coqueteo con la realidad.
Como para cachar las experiencias de figuras en el encierro, ubicamos a Adriana Barrientos, quien participó de 1910, otra pomada del 13. "Uno se siente muy sola en un reality porque no tienes ni a tu familia ni a tus amigas de siempre", aseguró la modeloca, quien además piteó por los cabros: "Hay que mejorarles la calidad de vida con cosas mínimas como tener una ducha caliente todas las mañanas y una camita con un colchón de verdad que dignifique un poco más su estadía ahí".
Otro que cacha el tema es Juan Pablo Álvarez, quien hace actividades en MO. "En 1810 me hicieron contención, me ayudaron debido a que dentro del reality hay algunos sentimientos que se exacerban. Se agranda el amor, los sentimientos, el deseo de pelear por ejemplo por el afán de competencia".
Por su litro, el bien dotado Lucky Buzzio, alias Pichulotote, resumió así su experiencia en Año 0. "Es normal que los chicos estén mal de ánimo, que se quieran ir, estén podridos. Pero se la van a tener que a guantar porque tiene tanto éxito el programa que Ser gito Nakasone no los va a soltar".
Mientras que el fibroso xuxuca Fabricio Vasconcellos explicó su particular visión del tema. "Al principio todo bien, pero después echas de menos. Ése es el momento más complicado, ahí uno ve si se queda o se va, según también las posibilidades de ganar. A mi me pasó a los dos meses yo me quería ir".
10 CLAVES DE LA NEURA
1.- El escaso o nulo contacto con la realidad y sus seres queridos.
2.- Falta de una vida sexual y afectiva normal (en el caso de los sin pareja).
3.- El estrés de la competencia y las eliminaciones.
4.- Lo peludo que es vivir sometido a las reglas del encierro.
5.- Los problemas de vivir en choclón.
6.- Las incomodidades que se viven en la casa de Los Picapiedras.
7.- La imposibilidad de cachar qué pasa afuera (por ejemplo, cuando les gritan cosas desde afuera).
8.- La cachá de horas que pasan sin tener nada que hacer.
9.- La noticia del alargue del encierro.
10.- El cansancio de tener que demostrar a través de las cámaras lo que son.
SICÓLOGA REVELA LAS RAZONES DE LA NEUROSIS EN EL REALITY
Para entender mejor los arranques de "locura" de los cabros del reality, la sicóloga clínica y social, Carmen Luz Cea Egaña, quien además es experta en relaciones humanas y afectivas, soltó algunas papitas del porqué se les cae la tuerca a los chicos de Mundos Opuestos.
La caperuza dijo que el problema se debe específicamente a que "los chiquillos que están acostumbrados a una vida libre en el encierro tienen que estar siempre sometidos a una misma disciplina y al principio resisten, porque están motivados por la gente, por la plata, pero van pasando los días y se va convirtiendo en una especie de rutina difícil de aceptar y además de mucha frustración".
Además la profesional, que también ha trabajado en realities dice que la rutina y el no tener mecanismos aleatorios de estimulación los hace caer en bajones y ponerse violentos. "Salen sus emociones más fuertes, aunque ellos no sean así, muestran sus debilidades, se les genera una neurosis", además asegura que el problema aumenta porque se los pasan echados y porque "la competencia está en segundo plano y lo principal se centra en sus vidas, en sus conflictos y los cahuines".
La fórmula que entrega la experta pa' evitar el colapso de los lolitos es darle tiempo de verdadero relajo y regaloneo.
