La actriz Natalie Portman contó que la estrujaron tanto en su nueva cinta Black Swan (El Cisne Negro), que pensó que además de quedar patuleca se iría del mundo de los vivos.
"Habían algunas noches en las que pensé que, literalmente, me iba a morir. Fue la primera vez que entendí cómo un rol puede atraparte tanto y hacerte sentir mal", contó la actriz
que personifica a una estresada y exigente bailarina de ballet.