¿Para qué tan diva? Se preguntaban muchos de los pericos que miraban el cucú mientras les temblaban las cañuelas esperando que la llamada “Reina del pop” se dignara a mostrar las chascas en el Nacional con 2 horas de retraso. Mientras varios optaron por ir a secarse las catimbas a la casurri, otros le dedicaron cánticos a toda la familia de la cantante.
A 30 minutos de la medianoche en el coliseo de Ñuñoa se apagaron las luces y la otrora chica material salió al escenario como si nada, con tanta perso suficiente como para cantar dos temitas y mandarse las partes. “Gracias por la paciencia”, de ahí se hizo humito un rato para cambiarse las pilchas.
Como partió a la hora del queso el concierto, Madonna le pegó su buen corte a la primera patita del show, y partió con la canción 8 de la lista de su tour, Express Yourself.
Lo más notable es que a tan solo un día del temido 21 de los mayas, la artista se pegó el carril y cual Tía Yoli lanzó su pronóstico para el gran final del mundo. “Santiago fucking day, estamos todos en esto, se trata de dar y recibir amor. Eso que se dice del fin del mundo no puede ser porque no hemos tenido vacaciones”, chamulló en medio de unos tosidos, mientras varios se preguntaban si a la weli no habría que chantarle un termómetro para ver cómo andaba de temperatura.
Pero no pasó naipe, porque bailó como cabra de 20 y dejó clarito que andaba más prendida que la Vale Roth. “Hablo poquito español, nada. Bésame mucho, estoy caliente, mi culo está caliente. No tengo idea lo que estoy diciendo, no entiendo nada de lo que digo”, desparramó la lady en un agringado español.
Al principio, hasta el escenario estaba medio julero y a media máquina por la lluvia y no le habían puesto toda la parafernalia, pero cuando la lluvia paró por completo, se desplegó toda la cuática tecnológica de la reina del pop y el escenario brillaba más que el vampiro de “Crepúsculo” y con eso el show se puso todo calentón con una Madonna entera sexy y erotizada, si hasta se sacó la blusa y se bajó el pantalón haciendo un cara pálida y mostrando su colaless.
Hasta le regalaron una bandera chilena que se puso en el cogote un rato.
El show al final duró menos que la espera, porque el concierto de la diva del pop aguantó sólo 1 hora y 15 minutelis dejando a varios fans pateando la perra por lo cortito y reguleque.