Pese a que una parte de los críticos nacionales destruyó Qué pena tu vida, la recién estrenada cinta de Nicolás López sigue cosechando éxitos y ahora son los gringos quienes se rindieron a su pies.
La compañía norteamericana Pantelion, que surgió de la alianza entre los gigantes Panamax, Lionsgate y Televisa, compró los derechos de la cinta para realizar nada menos que un remake para el público gringo.
Nicolás López, dire de la producción, que a una semana de su estreno es la más vista del país con 32 mil espectadores, se mostró contentón, en especial por ser parte de esta nueva exportación no tradicional.
"Nos pone súper felices de que se pueda exportar cultura desde Chile hacia el mundo. Estamos acostumbrados a comprar formatos extranjeros para hacerlos en nuestro país como si fuera la fórmula del éxito, y en ese sentido me parece maravilloso que este año se haya dado la coincidencia de que se vendieron dos ficciones nacionales al extranjero como es el caso de Pablo Illanes con ¿Dónde está Elisa? y ahora Qué pena tu vida.
- Sientes que esto reafirma el éxito de la película y le da en la cabeza a los críticos que destruyeron la cinta.
- Esta es una película hecha para el espectador y no para una pseudoelite... No prentende nada más que entretener y no entiendo por qué muchas veces eso en Chile violenta. A mí me interesa hacer comedias románticas y películas con las que el público se sienta identificado, no más que eso.
- ¿Cuáles son los planes que se vienen con la peli?
- Todavía estamos en campaña, y aún le queda un recorrido comercial en Chile que al parecer será más largo del que pensábamos.
- Ahora con el remake se vienen hartos viajes...
- Hay que coordinar todo lo del remake. Hay un par de proyectos cruzados que estoy desarrollando en Estados Unidos y esto de alguna forma como que apoya eso.
CAMBIO EN EL EQUIPO
Nicolás Copano, actor y vocero no oficial de la cinta, como él mismo se identifica, asegura, en relación a los críticos de cine que pelaron la pomada, que "me siento muy bien de ser parte de las personas que llamaron la atención para que no escucharan las voces tradicionales, viejas y no dedicadas a la construcción necesariamente".
"Probablemente no tenemos radios, diarios ni canales de televisión, pero internet está de nuestro lado y esta vez se demostró. Hay una generación que sí tiene contacto con estos medios digitales y eso también debería llamar la atención de la vieja estructura que debería pasar las llaves", remachó.