¡No hay caso! Otra vez Amy se cayó al frasco

Los productores de los cinco conciertos que Amy Winehouse da por estos días en Brasil pidieron específicamente que en la habitación no hubiese una gota de alcohol, ni siquiera una fruta que la chiquilla pudiera hacer fermentar. Pero todo se fue a las pailas, porque la cantante ya puso la nota alta... y no precisamente en el escenario.

Según consignan varios medios garotos, quienes asistieron a los conciertos se quejaron que la toffee cantó como el ajo, pese a que trató de aclararse la garganta con agüita fresca.

Pa' más remate, se asomó con cara de caña al balcón del hotel donde se hospeda. Aparte del caracholi que llegaba a dar lástima, a la chiquilla se le asomaba una callaguagua entera y la pobre ni se enteró por lo ebria como estaba.

Y es que claro, como en su pieza no había copete, ella se metió a la mala en la pieza de otro huésped y le tomó hasta el agua del canario. Después de tragar champán como condenada, Winehouse hizo pedazos la pieza del hotel.

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