Desde sus tiempos de comentarista deportivo que el nombre de Mauricio Israel va de la manopla con la polémica. Y de seguro que en eso mismo estaban pensando los cerebros de "Modo Termómetro", cuando decidieron jugársela por tenerlo en el panel del capítulo de mañana, donde el hombre volverá a sus orígenes peloteros para analizar el mal pasar de la Roja.
El ex caracho de Mega y Chilevisión hace ratito que está silente: desde que superó todos sus rollos en nuestra patria, optó por hacer su vida en Colombia, donde hoy lo pasa de lo lindo con su nueva pareja.
Es por eso que en el programa que encabeza Iván Núñez se calentaron con tenerlo entre las voces que darán su visión sobre el complicado momento de la Selección de Juan Antonio Pizzi, que no levanta cabeza desde el bicampeonato continental.
Según Núñez, "Mauricio Israel marcó una época como comentarista deportivo, sus opiniones siempre dieron que hablar, al punto de tener muchos seguidores, pero también varios detractores. Y es eso lo que queremos observar, de qué manera la gente se va a tomar la opinión de un personaje que hace tanto tiempo que no opina de estos temas", soltó al diario pop el dueño del "mic" en "Modo Termómetro".
- ¿Te parece que Mauricio Israel es una voz autorizada para hablar de la Selección? Sobre todo considerando lo alejado que está del medio...
- Es cierto, él no está acá, está en Colombia, pero desde allá está muy pendiente de todo lo que está pasando con esta Selección y tiene muchas ganas de dar su visión sobre qué es lo que se debe hacer para llegar al Mundial, que en el fondo es el objetivo que todos queremos que este equipo cumpla.
- ¿Y cree que la gente le comprará el cuento o ya no habrá feeling con sus comentarios?
- Eso lo tendremos que ver el lunes (mañana, desde las 22.30 horas). En su momento, Mauricio fue muy influyente con sus comentarios, pero ahora no sabemos con qué Israel nos vamos a encontrar. Tal vez venga a reventar todo, quizá sienta que va todo bien... Eso sólo lo podremos descubrir cuando se siente en el panel.
- Por todo lo que conocemos al hombre, de seguro que -por lo bajo- va a venir a pegar una buena repasada, porque hay cosas que nunca cambian...
- Siempre he creído que la autocomplacencia es peligrosa, porque viene de la mano con el relajo. Quizá es bueno que alguien venga a remecer, para que algunos puedan despertar.
- ¿Cómo se gestó la venida de Mauricio Israel a "Modo Termómetro"?
- Él tiene muchas ganas de hablar de fútbol, porque hace mucho rato que no tiene esa posibilidad. Además, está muy al tanto de lo que venimos haciendo en el programa y le llamó mucho la atención.
- ¿Hizo alguna exigencia descabellada para decir presente?
- No, nada.
- ¿Oiga y él no le tiene cuco a que lo hagan pebre en las redes sociales? Porque desde que se supo que viene que le están pegando firme...
- Él sabe lo que va a generar su visita. Tiene claro que muchos lo van a aceptar, pero que otros le van a pegar sin piedad, pero ese es el juego del programa...
- Los palos también han volado para ti, porque en las redes hay varios que están comparando a Mauricio Israel con Rafael Garay, y se preguntan "¿cómo es posible que Núñez, con su experiencia, invite a un tipo de esta calaña"?
- ¡Es muy distinto! Estamos hablando de un tipo que puede entrar y salir tranquilamente del país, contra otro que tiene orden de captura internacional.
- Pero los palos te van a llover igual...
- No me puedo limitar a lo que digan en 140 caracteres.
- Igual el juego del programa tiene que ver con la interacción en redes...
- Así es, pero en este caso, no aplica la comparación.
ENCHULADO
"Modo Termómetro" es el hijo del antiguo "El Termómetro", cocido de debate que en la década pasada marcó una época por el buen nivel de chácharas que se armaban con puros temas de interés pop.
Para Iván Núñez, esta versión remozada del cocido "está funcionando bien. Aunque en 'El Termómetro' original logramos muchas cosas, las redes sociales ahora nos permiten que la participación de la gente sea mucho mayor, pero eso no es todo".
- ¿Cuáles son esos complementos?
- Los invitados, lógico. En el capítulo anterior hablamos de la necesidad de un Barrio Rojo, y no llevamos a cualquier invitado: tuvimos a un trabajador sexual y a una prostituta. Entonces, cuando el debate tiene a los verdaderos protagonistas, para la gente es más completo el panorama a la hora de tomar partido y tener una opinión sobre los temas.
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