Definitivamente Jenni Mayani está dando puro jugo en el dating del 13. Primero la descharchetó el moái de Isla de Pascua y ahora, el autodenominado "Junior Playboy"(José Luis Concha), le dijo a la chiquilla que fuera más humilde. Menos mal que este lunes entraría la nueva princesa.
La cita, que comenzó con un paseo al Teatro Municipal de Santiago para ver la ópera Doña Flor, siguió con un viajecito en el Transchantete hasta un pirulo restaurante, donde disfrutaron de pescados, mariscos y un buen vinacho.
Pero del amor al odio sólo bastaron un par de frases, para que ardiera Troya entre ambos. Y es que José Luis, con la particularidad que lo caracteriza, comenzó a batir la lengua sobre lo mal que le ha ido en el amor. Hasta ahí todo bien, salvo que tuvo la genial idea de contar cuál es su cábala: "Cuando me gusta una mujer uso colaless. ¿Quieres tocarlos?", remató sueltecito de cuerpo.
Y si ya sabemos que Jenni no es para nada una mina relajada, la cara de "hello" no la pudo disimular. "Eso lo encontré asqueroso. No le puedes decir una cosa así a una persona que te respeta. No puedes hablar así con una mujer", dijo enxuxada.
CENA EN LLAMAS
De ahí en adelante, la comida fue definitivamente para indigestarse, ya que las palabras de la princesita no le gustaron para nada a Concha: "Es un juego, te falta un poco de humildad", le dijo.
Y como ella es picota, también le respondió: "No tomas nada en serio, todo es broma para ti. Todo tiene un límite". Acto seguido, agarró su pilchas y se paró de la mesa, dejando al veinteañero con las ganas, pues ni un besito le dieron.
MOÁI Y CHE SE AGARRARON DE LAS MECHAS EN 40 Ó 20
En la mansión de los galanes de 40 ó 20 el ambiente está color de hormiga. Y todo desde que Uri Uri Pakomio le dijo a Jennifer Mayani que ninguno de los pretendientes estaba realmente interesado en ella.
Uno de los más picados fue el che José Luis Bibbó, quien finalmente se terminó agarrando con el pascuense, por una niñería.
Empujones, manotazos y revolcones, fueron parte de la peleíta entre los cabros que duró hasta que los viejitos del encierro llegaron a poner orden. Todo se verá hoy.
