Si hay un lugar en el planeta donde Pamela Anderson puso los ojitos blancos de verdad, fue en la mansión Playboy.
La guardiana de la bahía- de actuales 48 años- recordó como si fuera ayer, cuando era una sanita veinteañera y fue invitada a pasar una temporada en la residencia del tatita Hugh Hefner.
"Fue muy sexy, todo era salvaje, pero respetuoso (...) El sexo era increíble. Todo estaba encendido", reveló Pam en una cháchara que concedió a la revista masculina FHM, que será publicada en noviembre.
La ex conejita detalló que los catres se lo pasaban crujiendo y, como no, todo el mundo que pisaba la residencia califa andaba con la carita llena de risa.
"Los hombres eran elegantes. Las niñas estaban en todas partes, riendo", dijo la golosa, pa' graficar que la cuestión era el paraíso mismo.
En su caso particular, eso sí, la platina se preocupó de aclarar que nunca fue de entregar la mercadería al primero que se le cruzara, pues pa' su ser siempre ha sido importante el sentimiento...
Bueno, en la misma conversa también admitió que no era muy pelúo entrar en su corazón, pues "me enamoro con facilidad", cerró.