Paparazzeo ochentero sorprendió a Titi García-Huidobro

"Acá están las sorprendentes fotos tomadas por el fotógrafo Don Terpstra, quien documentó la vida en la playa Reñaca en el Chile de los años ochenta". Así titula la página gringa www.designyoutrust.com, una serie de fotitos donde, entremedio de todas, apareció una juvenil Titi García Huidobro.

Y como somos sapos, partimos de una a hablar con la modelo y actriz. "¡Ay!, que estaba chica, tenía como diez años, jajajá, qué recuerdos", soltó al diario pop.

- ¿Qué edad tenías en las fotos, Titi?

- Dieciseis, 17, me imagino. Debe haber sido para la época del Miss 17, por ahí, porque es como la onda, años ochenta.

- ¿Te acuerdas qué estabas haciendo en Reñaca?

- Jajajá, andaba taquillando, ¿que más? Era súper asidua al Sector 5 de Reñaca. Iba con mis amigas, nos daban permiso para irnos sola ya.

- ¿Bonitos recuerdos?

- Tremendos. Eran los primeros veranos con puras amigas, con "la mardá", jajajá, andábamos vitrineando argentinos, jajajá. Fueron los primeros años de televisión, quizás un poco antes.

- ¿Y la moda?

- Usábamos los bikinis bien arriba, súper rebajados y el pelo bien crespo.

- Tu look...

- Siempre ha sido mi look, bien crespo, de la vida.

LE SACARON EL ROLLITO

- El manso paparazzeo...

- Parece, porque salgo con cara de despistada. Se usaba que los chicos de las revistas y ustedes los de La Cuarta iban a sacar fotos a las playas. Yo tampoco era muy conocida, y justo me agarraron.

- ¿Te acuerdas de ese bikini?

- Me acuerdo del bikini todo el rato, que lo combinaba con la parte de arriba de otro color, porque no tenía pechugas en esa época. Yo me las puse de vieja. La parte de arriba tenía armado, le ponía hasta esponjas para que se viera más de relleno.

- ¿Qué pensaste cuando viste la foto?

- Me dieron ganas de internarme en un gimnasio urgente, es que estaba muy flaca. En esa época me ponía de dos pantalones para verme más gorda, caían los patos asados y yo con dos pantalones, antes muerta que sencilla.

- Pero sigues igual de mina...

- Jajajá, gracias, pero el cuerpo cambia, que nostalgia.

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