Papi de Marlen: "Kock es un gentleman"

Con un sanito asado en su depa de Vitacura, así bien piolita, Marlen Olivari festejó ayer su cumple número 34. Dicha celebración fue justo a la hora de almuerzo y en ésta, además de soplar el puñado de velas, la morocha se aprovechó del pánico para hacer oficial su pololeo con el kinesiólogo Alejandro Kock ante su familia y un par de amigotes.

El colorín, por su litro, llevó a su hijo Alejandro- de 13 porotitos- para que conociera de tú a tú a la mujer que lo tiene con insomnio.

PESADILLA

El primero en llegar a la cita fue el pololo que al rato tuvo que salir de compras. De ahí y en un taxi llegó Patricio Olivari, papá de la cumpleañera.

El caballero que alguna vez descueró sin piedad a Roberto Dueñas, señaló que estaba feliz como una perdiz con la nueva relación de Marlen; que le gustaba mucho más Alejo que el "Peluche", ya que se cacha a la legua que "es un gentleman".

"Marlen está más tranquila, porque ya pasó esa pesadilla...", dijo aliviado, recordando a su ex yerno. Sobre el regalo para su hija explicó que ella le "dijo papi no me regales nada porque tengo todo".  Cosa que no le cabe duda ya que cree que su retoña "está muy bien, con trabajo, pagando sus deudas".

Con el kine aseguró que "que han conversado de deportes" y que no espera nietos de Marlen ni con él ni con nadie, porque "ella dice que no quiere tener niños, me pide cuídame a mi hijo, que es el bulldog. No quiere tener hijos, quiere que yo le dé un hermanito", remachó excusándose por lo escueto ya que "me tienen prohibido hablar", toing.

Luego arribaron al palacete su hermana Patricia Olivari, quien admitió "recién lo voy a conocer" ; la mamá Isabel Meyer y su abuelita picarona.

RELAX

Como prueba de encontrarse en su "mejor momento" y no estar  ni ahí con vivir fondeada, Marlen no tuvo atado en salir a hablar con la prensa apostada afuera de su edificio. Inclusive rajarse con torta.

"Uf, Alejandro me regaló flores y varias cosas...", soltó seguido de una risotada. "Estaba buscando una persona que le gusta el deporte, la vida. Somos grandes y quiero llevar una vida en pareja libre, no andar escondida".

De su divorcio, raro, no quiere saber nada: "Se complicó tanto, que tiré la esponja, ya filo. Soy la mujer más soltera del mundo, no estoy casada".

En tanto, Kock quiere puro llegar más lejos: "Tenemos una relación que tiene un norte y tiene que ser positiva. Uno no puede estar en una relación sin pensar en proyectarse... Ella está sana, estamos trotando, está en un gimnasio y ya no hay más que hablar de eso".

Carolina Ruiz M.

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