Los machotes de “Sres. Papis”, la primera nocturna de Mega, tienen del año que les pidan, y anoche lo demostraron de entrada ganando la sintonía del respetable con 24.5 puntos en línea, versus 15 de TVN, 9.3 del 13, 7.2 de CHV y módicos 2.9 de La Red.
En el primer capítulo se presentaron las vidas de Ignacio (Zabaleta), Julián (Pesutic) y Fernando (Melo), quienes mostraron la hilacha al toque: se fueron presos. ¿Pero cómo?
Los compadres participaron en una actividad donde sus retoños son compañeritos. Cada uno representaba una fruta o verdura y por culpa de los infaltables atados se agarraron con los polis, quienes se los llevaron en una cuca y quedaron tras las rejas... Eso como para empezar.
Es que los machotes son apoderados del mismo jardín infantil y aunque al principio todo se ve chistoso en sus vidas, rápidamente la subida se les pondrá más pesada, desde el primer capítulo.
Simón Pesutic es Julián Alvear, el papá yunta
“Julián compartía con el amor de su vida. Estaban muy enamorados, una pareja joven con un niño no planeado, que a veces no sabían qué hacer, pero dispuestos siempre ha salir adelante juntos”, soltó Simón, pero el drama todavía no partía. “Julián se queda solo porque ella muere y empieza la disputa con sus suegros, quienes se quieren quedar con la custodia de Lucas, porque encuentran que es irresponsable, bueno pa’l carrete, pero Julián es un tipo bien intencionado”, nos contó el actor.
- ¿Cómo es la relación de Julián y Lucas?
- Es un papá amigo, que apaña al hijo en todo, le crea un mundo nuevo, se lo inventa para que él esté feliz siempre. También es medio pastel porque se condorea, pero son cosas típicas de los 23, nada grave, pero de eso se agarran los ex suegros para tratar de quitarle la custodia de Julián, ahí se arma la grande.
- Pero alguien te ayuda...
- Aparece después de un mal comienzo una vecina que se llama Valentina (Fran Walker) con la que tiene atados por el carrete. Pero después hay un giro importante donde ella, que es abogada lo ayudará con todos los temas legales.
Jorge Zabaleta es Ignacio Romero, el papi negado
“Ignacio es un tipo que no quiere ser papá, que no está en sus planes y que, la verdad, encuentra que los niños son un cacho”, soltó el actor Jorge Zabaleta.
“Mi personaje está enfocado en ser exitoso en la vida, ser soltero, pasarlo bien y trabajar, no tiene un instinto paternal y la verdad cuando aparece Johnny en su vida se le transforma en un cacho con el que no sabe qué hacer, por él que desaparezca”, verseó.
-¿Pero me imagino que a medida que pasa el tiempo se va encariñando con el niño?
- Obvio, por supuesto, pero para eso pasa un rato en que no sabe qué hacer con el niño. Lo trata como un adulto, le habla como si fuera grande, le da puras tonteras para comer, no lo baña, pero porque no sabe cómo tratar a un niño.
- Chuta , pobre cabro…
- Pero tendrá un ángel guardian, que es el personaje de la Maria Gracia Omegna, que lo va a guiar en la paternidad, cuándo bañarlo, cómo cuidarlo.
- ¿Muy mujeriego?
- Es que es soltero, entonces no es mujeriego, es un tipo que le gusta pasarlo bien sin compromisos, usa a las mujeres mientras le sirven, pero su vida tendrá un giro.
Pancho Melo es Fernando Pereyra, el súper papá
“Fernando es un tremendo padre, yo me saco el sombrero. Lucha las 24 horas del día por sus hijos. Él está en la típica situación de ser papá con un matrimonio fracasado y otro a cuestas, entonces controlar el puzzle no es tán fácil, menos con hijos de las dos parejas”, soltó Pancho.
“Él tiene una hija adolescente con la Fran Imboden -cuenta-, que es su ex mujer y que es terrible, la Ignacia. Ella va y viene y sufrió mucho con la separación, por lo mismo yo me esfuerzo para darle lo mejor, pero es un caso terrible y lo peor que nunca está de mi lado y siempre apoya a la mamá, aunque no tenga razón, solidariza con ella”.
- Igual se cacha que tenís onda con tu ex…
- O sea ahí… donde fuego hubo… esas cenizas están candentes aún.
- ¿Cómo creaste tu personaje?
- Viví algo similar hace años cuando me separé, mis hijos eran chicos y bueno ahora tras altos y bajos puedo decir que todos tenemos una muy bonita relación. A los hijos siempre le afectan estas cosas, es inevitable y a los padres también, la culpa y la responsabilidad con los niños.