"Roberto Dueñas es un mala leche, todavía no entiendo cómo pudo hacer algo así", le respondió a La Cuarta el pastor evangélico Enrique Vilches, luego de ser vinculado en un atado de lucas por el mismísimo productor y ex pierna peluda de Marlen Olivari.
Resulta que el "Peluche" volvió a quedar en el medio del huracán luego de que la ex garotiña de "Mekano", Ariela Medeiros, lo echó al agua contando que el premio de uno de sus concursos resultó más falso que billete de tres lucas.
"Fui estafada. Participé de la competencia organizada por Dueñas y el anillo que me entregó como premio no costaba el millón y medio de pesos que anunció, sino que sólo 174 mil", le explicó al diario pop la sexy brasileña, quien se quedó con las ganas de vender la joya que ganó el 20 de junio tras arrasar en el Campeonato Internacional del Caño, que organizó Dueñas en una disco de La Florida.
PA'L CÓRNER
Tras la sorpresa, la chiquilla le reclamó al ex opinólogo, quien por su litro se sacó los balazos culpando al pastor Vilches, dueño de "Joyerías Barón", por el "mal entendido".
"Él me dio a elegir un anillo y dijo que me quedara con ese porque era el más caro ya que su avalúo era entre un millón dos y un millón y medio", le aseguró Dueñas a La Cuarta, jurando no tener arte ni parte en el atado.
Postura que en todo caso no apoyó la Medeiros, quien exculpó de una al joyero y le endosó toda la responsabilidad al organizador del brillo. "Fue Roberto quien prometió el premio", parló.
RESPUESTA
Ante la gravedad de las acusaciones cruzadas, el pastor Vilches optó por defenderse y poner toítos los puntos sobre las íes.
"Para mí ha sido una sorpresa muy desagradable, es terrible que Dueñas haya llegado aquí para pedir ayuda y que todo haya terminado en estas condiciones", recalcó Vilches.
- ¿Cuál es su versión?
- Él llegó para pedirme un canje para su concurso de mujeres, a lo cual yo no accedí debido a que por mi condición de pastor evangélico, no me gusta ligar la marca de la joyería con actos de ese tipo.
- ¿Entonces?
- Tanto me suplicó que lo ayudara que al final accedí a regalarle dos de los anillos que tenía en vitrina, siempre y cuando no lo considerara como un canje sino que como un regalo, ya que no quería que se mencionara el nombre de la joyería ni el mío en el evento.
- ¿Y lo entendió?
- Claro, porque de hecho me preguntó en cuánto estaba avaluado y yo le respondí que sólo era un regalo y que por lo tanto no podía fijarle un valor.
- ¿Y eran tan malenas como alegó la minurri?
- Eso quiero aclarar, como te dije le entregué dos anillos y no uno. Ambos superaban la barrera de los 300 mil pesos, pero uno era de notoria mayor calidad que el otro. Al final no sé qué hizo Dueñas con el otro, quizás se lo regaló a una pololita.
- ¿O sea que las cifras entregadas por Dueñas eran mulas?
- ¿Tú crees que yo le iba a regalar 3 millones en joyas?
- De todo hay en la viña del Señor, pues...
- No, yo sólo me confié en ayudar a un mala leche, a un malagradecido que no sólo me dio vuelta la espalda sino que además intentó culparme de un cuento en que no tenía nada que ver. Una lástima, espero haber aprendido la lección.
Jorge Ruz Arias