Si Martín Cárcamo se depiló hasta la ingle pa’ jurarse la nueva showoman de Chile, que el actor Diego Muñoz se ande poniendo tacos, no tiene nada del otro mundo.
El rucio encachado está metido con transformarse en una linda Eva, pero no crean que se choreó de la belleza femenina o irá a pabellón para despojarse de su péndulo mágico.
A Muñoz le dieron el cachito de protagonizar la próxima teleserie de la tarde de TVN, donde decir que se la pusieron dura es poco: pasará casi todas las grabaciones vestido y bien apretujado como mujer.
La trama que lo tiene a dieta y con seis kilos menos en un mes, la cuenta él mismo al diario pop: "Ramiro es un padre soltero con tres hijas. El jefe (Pancho Melo) lo despide y cuando va por la calle, se topa con una joven. A ella la atropellan y camino al hospital mi personaje ve que quien lo acaba de echar llamaba a esta chica para decirle que estaba seleccionada para reemplazarlo. Ahí Ramiro se aviva, se viste de mujer y se hace pasar por ella en el puesto".
Diego prosigue soltando que para verse rica y apetitosa se está sacando la mugre y anda haciendo equilibrio con tacos finos. “Me he probado zapatos así para probar altura, porque también es un tema, lo mismo que la postura”.
Para achicar la talla dejó de engullir pastas, pan y todo lo que enguate. “Tuve que adelgazar especialmente el cuello, porque la idea es que me vea mujer lo más creíble posible”.
- Es que para ser bella...
- No me ha sido fácil. Le estoy poniendo mucho pino. Viendo el maquillaje, el vestuario y las prótesis para el cuerpo; porque aunque los rasgos de la cara te ayuden un poco, el tamaño de la caja toráxica de un hombre es totalmente distinta a la de una mujer.
- ¿Y el agrande de presas?
- Ah, claro. Además de lo obvio de adelante, tienen que agrandarme las piernas y ponerme rellenos para que se me haga cintura.
Más allá de la chacota, Muñoz se detiene a comentar que el guión le meterá mano a las desigualdades laborales entre hombres y mujeres, donde estas últimas muchas veces pelan el ajo. “Esta es una comedia romántica, pero de todas maneras tocaremos esa tecla social”, redondeó.