En tiempo récord, Pato Frez, la voz en off del "Buenos Días a Todos", recuperó el toco que la noche del lunes le fue violentamente choreado en la puerta de su mismísima casa, en Las Condes.

Ayer, a eso de las 9. 30 de la mañana, personal de Carabineros lo encontró estacionado en calle Guzmán Maturana, comuna de San Miguel.

El Hyundai verde del peladín yacía ahí sin ni un perico al interior, ni nada rarífico, salvo su patente que tenía encargo por robo, tras la denuncia que puso Frez apenas vio como un malandra, tras propinarle un cachamal, apretó cachete arriba del bólido.

MANSACUE

Con así la sonrisa, Frez llegó al mediodía hasta la 12a Comisaría de San Miguel para reconocer su papú y, una vez realizados los peritajes del Labocar, proceder a llevárselo.

"¡Se ve bien!, es un auto viejito, pero es mi herramienta de trabajo, es el único que tengo... Lo había dado por perdido. Me desprendí de él porque felizmente mi padre me enseñó a ser no tan querendón de las cosas materiales, porque esas van y vienen", dijo emocionado.

-  ¿Te había pasado algo parecido antes?

- No, para nada. Tengo sentimientos  encontrados, qué lata ser el protagonista de la noticia... Me puso (el ladrón) un cachamal y ahí me caí, me resbalé en la cerámica del antejardín y yo acostado miraba el rostro de este tipo. Perdí la noción del tiempo, porque llegaron mis hijos, unos amigos y yo dije cómo se demoraron tan poco, y me dicen, no, si ha pasado una hora.

- ¿Te dieron ganas de responderle el tatequieto al compadre?

- No intenté forcejear. Sólo tuve la intención de pararme a la primera caída e ir a avalanzarme sobre él, pero felizmente me resbalé y eso provocó que no me tirara encima de él. Yo no agredí al tipo. Sí, le grité harto, pero no sé por qué me agredió... Ahora también tengo la duda si eran dos. En fin, sé que la saqué barata.

- ¿El truhán te habrá reconocido?

- Hizo una mueca como de apurado, tratando de echar el auto para atrás, nomás. Pero a mí sí me quedó grabada su cara, era joven.

 - Es para quedar atemorizado, igual.

- Sí y después viene ese asunto, también se me cayeron mis lágrimas, no por la pérdida sino por el ultraje. Nunca pensé que me iba a pasar algo así.

- El auto se ve impeque por fuera, pero adentro más de algo se habrán pelado...

- Mi Blackberry, una pelota, un paraguas, la Biblia y muchos textos y cidís de cristianismo. En todo caso, estoy contento de que se hayan llevado la Biblia porque sé que les va a servir, estoy seguro.

Apenas se supo que fue asaltado, Pato recibió el llamado de caleta de amigos y de ejecutivos de telefonía y de Hyundai. Uno le repuso el celu al toque y el otro le mandó un auto a su palacete, para que no anduviera a pata mientras daba con su toco.

Carolina Ruiz M.