Siempre que está en el estudio del “Mucho Gusto” se le ve metiendo las manos a la olla. Patricia Maldonado no puede contenerse en la cocina. Pero la sorpresa es que aún así ha logrado bajar 19 kilos (llegó a pesar 108), desde que en enero se puso un balón gástrico.
“La cocina es parte de mi vida, en la semana cocino poco, porque estoy todo el día fuera, pero el fin de semana estoy en la casa cuando no me toca trabajar, ahí programamos y cocino yo, eso sí, pura comida chilena”, dice a lo MasterChef.
-¿Qué es lo que se le ve cocinando en el matinal?
- Soy aficionada a las ensaladas, no preparo una ni dos, sino que preparo varias y me gusta aprovechar todo lo que uno tiene en su casa.
- ¿Le pellizcan mucho la ensaladera en el “Mucho Gusto”?
- Tengo prohibido en el “Mucho Gusto” que me vengan a picotear las ensaladas, si quieren me traen un tiesto y yo les doy en ese tiesto, no me van a estar metiendo las manos, acá he tenido algunos problemas. Con la cuchara de palo les he pegado en la mano, en mi casa igual, nadie me destapa una olla, ni mi marido.
- ¿Quiénes son los más golosos?
- Karol me pide la ración doble en las ensaladas, la Karen Paola también, es terrible, buena para comer. Y la Ivette también le gusta harto, me dice “vieja, a mí asegúrame un triple de mi ensalada porque me la voy a comer toda”.
- Con lo que le gusta la cocina, ¿cómo lo hace pa’ no comer y seguir la dieta tras la operación?
- No ha sido fácil bajar de peso, porque el balón no te lo ponen en la cabeza, es en la guata. Entonces tienes que empezar a mejorarte de la cabeza, me tomé tan en serio esto, que ando con un cooler para arriba y para abajo con mis cosas que puedo comer. Llevo 19 kilos menos, me ha ido muy bien con el balón, estoy muy feliz de haber tomado la decisión, creo que fue una determinación correcta.
- ¿Cuánto tiene que bajar en total?
- Me quedan 10 kilos para bajar, así que me lo rellenaron un poquito nomás para eso hace algunos días. Quiero bajar lo que me falta y ahí me quiero mantener, no quiero bajar ni un gramo más.
- ¿Por qué decidió ponerte esa cuestión?
- Tenía apneas espantosas, roncaba ene, me dolían los tobillos, las rodillas, me di cuenta que iba por un pésimo camino. Antes había dicho que no al balón, prefiero un pernil, un arrollado dije, pasó un año, termina el “The Stwich”, que estaba grabado, y me vi y me quería morir, era como un tanque el que veía en la pantalla, era yo tres veces. Ese día me metí en la cabeza que quiero ser responsable, quiero jugármela por mí.
- Aparte de cerrar la boquita, ¿hace otros sacrificios? Deporte, por ejemplo...
- Todos los días, de lunes a lunes, dejo 40 minutos para meterme a mi máquina trotadora, camino 40 minutos en fuerte, termino sopa. Me hice una rutina de vida. Además, no paro en toda la semana, en la mañana el matinal y en la tarde voy a la productora, ahora estamos preparando la obra con Mariana Marino, Pilar Ruiz, Wilma González y Gemma Collado, creo que un buen nombre sería “Quién dijo que las mujeres bonitas éramos tontas”, y estamos con la obra “Despierta Chile”, que hablará de los matinales.