Patty Orué: "Quiero conocer a un chileno que me mueva el piso"

Famosa en todo el mundo por hinchar a la selección paraguaya con un escote de infarto, Patricia Orué llegó a Chile para brillar en un show de burlesque y aserrucharle el piso a Luciana Salazar.

Claro, porque la ex conejita Playboy era la figura principal de Bom Bom Cabaret de Enjoy Santiago (actualmente en cartelera), hasta que se dieron cuenta de que le faltaban cazuelas y tenía menos brillo que pelo de gitana. Y en su reemplazo, los caporales del casino se la jugaron por Patty.

"Estoy feliz de estar en Chile y participar de un show tan sensual y artístico. Y es obvio que lo aprovecharé más que Luciana (Salazar) porque tengo mejor cuerpo que ella, pues ya ni siquiera es sex symbol. Su momento ya pasó", desembuchó la maniquí paragua, que se gasta un 90-58-96 de forro.

En todo caso, no fue el único palo que Orué le pegó a la Salazar. La rubia, que triunfó en la versión paraguaya de Bailando por un Sueño, aprovechó su colaless asesino y disparó a quemarropa sobre la figura de la Luli che.

"Ella abusó de las cirugías y eso le pasó la cuenta. Yo tengo un cuerpo más natural y mejor. Es mejor el pasto tierno que el pasto viejo ¿o no, papi?", confesó la Patty a La Cuarta.

- En las funciones anteriores del Bom Bom Cabaret, igual los chilenos quedaron boquiabiertos con Luciana…

- Bueno, si quedaron así con ella, conmigo quedarán impactados. Los dejaré con la boca abierta, jejé.

- ¿Habías venido antes al calcetín de tierra?

- Sí, pues ¿no te acuerdas? Jejé. La verdad es que es mi segunda vez aquí. Hace seis años vine a hacer unas fotos para una marca y conocí Viña del Mar, ¡es hermoso!

- ¿Qué opinión tienes de los califas chilenos?      

- No lo sé porque hasta ahora ni siquiera me han tirado piropos. No se me acercan y parecen tímidos. Sólo puedo decirles que me gustaría conocerlos más, incluso quisiera poder conocer a alguno que me mueva el piso. Es que ustedes son muy guapos.

-¿De verdad que no conoces a ninguno en profundidad?

- En Paraguay conocí a Alain Soulat de Calle 7, que tenía éxito con las chicas y era seductor. Aunque tenía fama de mujeriego. Por eso tengo la impresión que detrás de la timidez de los chilenos se oculta una faceta oculta de seductores.

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