Paulina Rubio se arregló a la buena en tete judicial

Un singular arreglo judicial logró Paulina Rubio con la Fiscalía de Miami en el juicio que enfrentaba por desacato a las autoridades policiales y alteración del orden público.

La cantante cuate se metió en el tete el pasado 25 de junio, cuando chocó su BMW deportivo con otro auto en las inmediaciones del barrio cubano de la Pequeña Habana, en Miami.

La cosa es que al llegar los polis, Rubio no obedeció la orden de caminar hacia la vereda y se puso a hablar por celular y no se bajó de su toco.

Después de algunas advertencias, el policía le informó que estaba detenida y la esposó, ante lo cual se puso a gritar como porcino. Sólo después de unos minutos se calmó y ofreció disculpas a los polis, lo que no la libró de irse en cana.

En el juicio, la artista aceptó el veredicto del juez que le ordenó realizar un curso de manejo de cuatro horas por internet y donar 500 dólares a una entidad caritativa no identificada, según el documento judicial firmado por su abogado Rey Dorta, y presentado ante los tribunales de Miami el primero de septiembre.

Las acusaciones que enfrentaba Rubio eran delitos menores y la pena máxima que enfrentaba, de haber ido a juicio y sido hallada culpable, era un año de cárcel.

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