“Entre broma y broma, la verdad se asoma”, reza la frase, que en el caso de Pedro Ruminot y Alison Mandel se transformó en un mandamiento. Es que así nació este amor, entre tallas y monólogos de “El Club de la Comedia”, chiste que ayer tomó total seriedad, ya que el negro y la rubia se casaron.
En pleno Cajón del Maipo, rodeados de naturaleza y amigos, los comediantes unieron sus destinos para la eternidad, algo impensado para muchos, ya que todos creían que la cabra estaba pagando una manda o que la tenían bajo amenaza de muerte.
Esas eran las tallas típicas que les echaban cuando se destapó el idilio, allá por el 2013, cuando ambos compartían roles y camarines en Chilevisión con Sergio Freire, el Guatón Salinas, Pato Pimienta y los otros cabezones de “El Club de la Comedia”.
Al comienzo, la niña guapa y el morocho eran yuntas inseparables, hasta que el de Maipú mostró sus cositas y convenció a la princesa de que él podía dejar de ser un sapo para convertirse en su príncipe.
Sin pescar a los chaqueteros, Alison y su incomprendido galán fueron consolidando una relación que se ganó el cariño de la gente, amor que creció tanto que el 20 de marzo de este año se materializó en una propuesta de matrimonio muy tiernucha.
Y el día les llegó ayer, cuando por fin estamparon la millonaria que los une para siempre. A las 19 horas dieron el “SÍ” en una ceremonia civil a la que asistieron sus íntimos y famosillos, como Karen Doggenweiler con su Marco, Felipe Avello, la actriz Begoña Basauri con un escote de la muerte, Kanela (vocalista de Noche de Brujas) y algunos carachos de “El Club de la Comedia”, como Carola Paulsen.
La mejor decisión
Los Ruminot- Mandel estaban tan chochos que hasta parlaron con el diario pop de la unión.
- Alison, ¿segura que no la están obligando?
- ¡Nooo! Es la mejor decisión que he tomado en mi vida, la que más me llena.
- ¿Cómo fueron las horas previas? Porque esas siempre son las que más se sufren las chiquillas...
- Creo que soy la novia más zen del mundo. Me fui a hacer las uñas y la niña me las dejó horribles. Se dio cuenta y me dijo si me las hacía de nuevo, pero le dije que no y me las pinté solita en mi casa. Después, me puse el vestido y explotó. Todas las que me estaban ayudando a vestirme explotaron en pánico, pero yo estaba ahí, muy tranquila, esperando que se solucionara todo.
- ¡Qué seca!
- Parece como si lo hubiese preparado todo. Estaba esperando este día.
A medida
- Amigo Pedro, ¡qué elegancia! ¿Le sacó la alarma al traje?
- ¡Jajajá! Cómo son. Esos ya son tiempos pasados. Ahora me vistió Sergio Arias, que es muy amigo mío y me hizo este traje a la medida. Claro que me obligó a estar sin comer como por dos semanas pa’ que no cagara con el botón, jajajá.
- Tiene claro que medio Chile lo envidia, y no por el traje precisamente...
- Esto es un ejemplo pa’ que todos vean que se puede, jajajá. Lo importante es que estamos muy felices y que este es el paso más importante de nuestras vidas.
- ¿Luna de miel?
- Nada por ahora, con la cabeza puesta en lo que será el Festival de Viña. De hecho, muchos chistes espero sacarlos del matrimonio, de todas estas situaciones que se viven en este momento. Y si me va bien en Viña, nos iremos a una mejor luna de miel que la que sería ahora, jajajá.
Nerviosón
Claro que no fue una jornada como todas, ya que ambos demostraron cierta inquietud y nerviosismo en las horas previas, como lo evidenciaron en sus redes sociales.
“Hola”, le escribió Alison a Pedro en su facebook. “Hola, ¿cómo estás? Yo, nervioso... ¡Ansioso!”, tecleó el comediante, y recibió flor de respuesta de su amada: “Yo te amo”, sentenció ella. Pa’ no quedar corto, Ruminot le regaló un meloso “yo más”.
El resto de las horas que antecedieron la unión, Ruminot acompañó a su hijo a jugar por las cadetes del Colo, mientras que Alison regaloneó con sus mininos, antes de entregarse al meloseo infinito con su moreno enamorado.