Fue cosa que Pitbull apareciera en la Quinta Vergara, para que se desatara la fiesta. Lo que aún estaba del Monstruo, porque una gran mayoría se fue después de Chayanne y Carlos Baute, quedó altiro hipnotizado por la mezcla de hip hop, reggaeton, pop, house y hasta mambo que tienen las composiciones de este cubano-norteamericano.
"La Quinta será una discoteeeeeca" y "hay que bailar, ¡yaaaaaaaaaaaaa!", fueron algunas de las frases que gritó el hombrón, quien venía vestido de un impecable blanco.
FIIIESTA
Aprovechando su máxima, que en la música se puede hacer de todo, en varias ocasiones introdujo trozos de temas de otras bandas, como Smells Like Teen Spirit, de Nirvana, I Gotta Feeling, de The Black Eyes Peas y hasta una especial versión de Mami, qué será lo que quiere el Negro, para remecer a sus seguidores que ya a los pocos minutos los tenía revolucionados con sus acordes punchi punchi.
Cerca de las dos de la madrugada, cuando ya todo el mundo sudaba la gota obesa y tenía la tibia y el peroné hinchados de tanto bailar con canciones como Maldito Alcohol, Feels Good, Floor On Fire o Outta Control, vino la Antorcha de Plata, que no fue taaaan pedida, pero apareció igual. De ahí vinieron Toma, Culo, I know you want me y I like it, que interpreta con Enrique Iglesias. Apareció la Antorcha de Oro cerca de las tres y el éxtasis vino con el Pa Panamericano.
