La potable Lindsay Lohan nuevamente está en la mira de la policía yanqui. Esta vez, la ricura fue interrogada por el choreo de relojes y lentes de sol de un palacete amigo, donde se fue de carrete hace unos días.
Así dateó el portal TMZ, primos cibernéticos de LaCuarta.com, al asegurar que la mijita se quedó a dormir en la casa de Sam Magid junto a un lote de amigos. Al día siguiente se despertaron y se percataron ue faltaban lentes de sol y relojes.
Con la caña viva, los asistentes al malón tuvieron que prestar declaraciones a la poli de Los Angeles para aclarar la desaparición de los objetos. Lohan no se pudo hacer la cucha y tuvo que cantar afinadito lo que hizo y lo que vio aquella jornada.
Posteriormente, el dueño del palacete quiso recular y dijo que no le faltaba ningún objeto. No obstante, los polis continúan la investigación y creen que Lohan y su asistente, Gavin Doyle, echaron el guante a los objetos.
Por lo mismo, se contactaron con los abogados de la chiquilla para entrevistarlos, pero éstos se negaron a la petición.
Lindsay Lohan está con libertad condicional y podría volver a la cana por violar los términos de su libertad.
