El National Enquirer, un medio sensacionalista gringo, contrató a una actriz para que simulara ser Whitney Houston en su lecho de muerte, y fotografiarla.
Las fotografías fueron publicadas bajo el título "Sus últimos minutos", pero sin clarificar a los lectores que se trataba de un montaje.
Esto causó la indignación de cientos de fanáticos y seguidores de la cantante, no sólo por las fotos de la cantante, sino también luego de enterarse de que eran falsas.
National Enquirer publicó, además, que Houston estaba "demasiado mareada por el alcohol y las drogas como para mantener su cabeza fuera del agua mientras resbalaba de la bañera", información que no ha sido confirmada por las autoridades que realizaron el peritaje.
A pesar que no se han dado las razones oficiales sobre su muerte, hay varias versiones de lo que pudo haber pasado. Muchos defienden que no se trató en ningún caso debido al abuso de sustancias, así como otros no dudan en culpar la drogadicción.