En una de las secciones del Gente Como Tú se explora el mundo del Más allá. Ayer se paloteó sobre las regresiones a vidas pasadas, y el invitado de honor fue Juan Pablo Queraltó.
"Todos quieren saber qué fueron en su vida pasada", comentó Jotapé, y como la curiosidad es parte fundamental de la carrera del reportero, aceptó la invitación del cocido mañanero de Chilevisión.
Así, bastante nervioso, decidió entrar en un trance guiado por el parasicólogo Carlos Meschi. Y no solo, pues una mujer medium sirvió como ente catalizador para que el copuchento pudiera ser testigo de cómo fue una de sus vidas anteriores.
"En el año 1835 tenía tres años. Vivía en el campo, en una familia bien constituida, era hijo único igual que ahora. Mi mamá estaba embarazada y un día se empezó a sentir mal. Ella muere, provocándome un dolor irrecuperable", contó el periodista y agregó: "Después de eso mi papá, que era un pilar fundamental para mí, conoce a otra mujer y se casa con ella. Esta madrastra me hace mucho daño. Cuando mi papá se iba a trabajar al campo, ella me encerraba en un cuarto oscuro con bichos y ratones, me pegaba, me maltrataba sicológicamente y me decía que si contaba algo, me iba a matar a mí y a mi papá. Una historia bien trágica", comentó Queraltó.
Luego de todos estos abusos, la madrastra decide enviarlo internado. Ahí el muchacho lo pasa muy mal, es víctima de daño físico, incluso intentaron abusar de él, aunque no lo lograron.
"Mi padre me abandonó en este colegio, nunca más me fue a ver", narró, por lo que "decido arrancar". Corre hasta perderse en el campo donde "me siento muy angustiado. Me pongo a recordar a mi mamá, entonces encuentro un árbol y decido terminar con mi vida".
El reportero medio dormido escuchaba a esta mujer, que lloraba a medida que avanzaba en el relato: "Un niño de 12 años colgándose con sus propios suspensores, es una imagen muy fuerte, yo escuchaba todo el cuento y me angustiaba tremendamente", confesó.
Al finalizar la sesión el mismo parasicólogo, quien ha escrito todo lo relatado, es quien le cuenta que el profundo apego que ahora JP siente por su madre se justifica con la pérdida de ella a la edad de tres años, y que su madre, la misma que lo regalonea ahora, es la misma que perdió hace más de 100 años.