Durante el verano de 2014 la venezolana Marly Aponte se hizo conocida en la tele y en los medios faranduleros. Y no por algún talento artístico, sino por ser, para muchos, la "causante" de la separación de Amaro Gómez-Pablos y Amaya Forch.
El periodista se hizo el loco un buen tiempo, hasta que no pudo más y asumió públicamente su romance con la morena. Eso si una vez finiquitado su matrimonio con Amaya. Gómez-Pablos se lanzó a vivir este nuevo amor a concho y a explorar emprendimientos como la venta de churros tras su salida de TVN, con "Soy Churro". Pero el cuento de hadas, luego de tres años, hoy habría llegado a su fin. Así lo postularon ayer en la pomada "Intrusos", de La Red, donde entregaron detalles del término de la pareja.
Según el hocicólogo Michael "Guagüito" Roldán, Marly y el vendedor de churros hace dos semanas acordaron no continuar su relación, pero aún siguen bajo el mismo techo.
"Se habla de un término civilizado y respeto por la familia que armaron", dio fe el copuchento, agregando que ella está en plena búsqueda de un nuevo hogar para instalarse con su hija.
Cahuines
Los múltiples viajes de Amaro y su pasión por la pega, habría sido el detonante de la separación que, por lo menos a ella, la tiene buscando apoyo en su familia y amigas más íntimas. De hecho, en sus redes sociales se nota que está siendo apapachada por sus seres queridos. Otro dato importante y que da luces de la distancia con el españolado, es que desde el 25 de mayo en redes sociales no hay ninguna foto de ellos juntos, como solía publicar.
