Susan Boyle está gozando de una popularidad pocas veces vista en el mundo. Y todo gracias a la actuación que se mandó hace unas semanas en la pomada "Britain's got talent", donde demostró su manso vozarrón y de pasadita contó su triste historia de vida.
Según narró esta poco agraciada mujer de 47 primaveras en el programa de talentos británico, jamás en la vida le ha dado un beso a un chicuelo y menos la han invitado a los matorrales.
PITUTO
Ante esta situación de naciente estrella mundial, el diario inglés "The Sun" publicó que la productora de filmes califas, onda triple equis, "Kick Ass Films" le ofreció a Boyle la suculenta suma de un palo verde a cambio de que la escocesa pierda su flor en un película pornográfica de alto calibre.
Así lo dijo Mark Kulkis, el máximo titán de la empresa de cintas de cacheteo: "Nosotros queremos conseguir lanzar esta película ahora que Susan tiene la atención de todo el mundo (...) Además, después de 47 años de virginidad, estoy seguro de que ella está ansiosa también de acabar con ello tan pronto como sea posible".
Si bien la oferta es bastante tentadora, y que tiene como única cláusula que caduca en una semana, la intérprete no está segura de aceptar, ya que es voluntaria de una iglesia de Edimburgo, y está a punto de grabar su primer disco.
Y ahí no para el fenómeno Susan, ya que su presentación, que navega por la web en YouTube, ha tenido 100 millones de visitas, ganándole a la toma del poder de Obama, con 18,5.
"No hay duda, ella es realmente la cantante del mundo en este momento", dijo Julie Supan, portavoz de YouTube.
PÉNDEX DE 12 TAMBIÉN ARRASÓ
Susan Boyle no es el único diamante en bruto que ha dejado la tendalá en las últimas semanas en "Britain's Got Talent". Ahora brilló el niño Shaheen Jafargholi, de apenas 12 abriles.
Aunque el pitufo partió su presentación con una débil versión del tema "Valerie", de Amy Winehouse, la que fue cortada por el integrante del jurado Simon Cowell, le dieron otra oportunidad con el clásico "Who's Loving You", de Michael Jackson. Y ahí sí dejó con el alma en la mano al respetable presente en el lugar, ganándose el aplauso y una naciente fama.
Alberto Brieba L.