Raca se prendió con curanto en la Vega

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Bien acostumbrados a pegarse sus buenas madrugadas están Raquel Argandoña, Karen Doggenweiler e Iván Torres cada día en el Buenos Días a Todos. Pero lo que no es común para ellos es ir a agarrarse el manso frío a la Vega Central, lugar al que fueron ayer para darle el vamos al matinal de TVN.

Mientras el termómetro sólo marcaba 1,7 grados a las 8 de la mañana, Karen se paseaba tranquilamente arriba de un triciclo buscando a la Raca e Iván, quienes estaban calladitos en la cafetería La Negrita, donde se sirvieron un desayuno de campeones.

Ahí los esperaba pernil, queso blanco, palta y una buena cantidad de sopaipillas que la Quintrala se hizo rechupete. “Me comí 4, para la línea. Hace años que no comía sopapillas tomando té”, explicó la mamá de la Kel, quien a partir del viernes reemplazará por una semana a la esposa de ME-O en el cocido.

Luego que el meteorólogo anunció que la temperatura había subido considerablemente a 1,8 grados, la Raca estuvo de lo más contenta eligiendo apios y frutas para llevarse a su mejora, y ni se inmutó cuando los feriantes le gritaban cosas del tipo “¡el Lolo Peña anda acá, el Lolo Peña va a venir a verla!”

REPONEDOR

En dos despachos se dividió la incursión de las tres figuras del Buenos Días, siendo la segunda la más prendida, porque ahí se fueron derechito a hacerle ojitos a un curanto que un parroquiano estaba preparando y que se veía terrible de apetitoso.

Echándole tan sólo una botella de vino blanco para hacer más caldito, el trío altiro se puso en fila para estirar la trompita y servirse un poco de caldo con un cucharón de plástico.

Lógicamente, aquel brebaje dejó muy prendidos a los rostros tevitos, quienes a esa altura ya se habían soltado las trenzas probando unos ajíes verdes terrible de grandes, tal como se ve en la foto de la derecha en el que Karen le dio de probar a Raquel.

Como ya tenían que parar la chacota y volverse al estudio de TVN para acompañar a Julián Elfenbein, las dos féminas se despidieron cariñosamente del chiquillo que hizo el curanto con dos besos cada una. “Aquí en la Vega damos tres besos”, dijo el cabro, a lo que Karen, bien astuta, le dijo “en la tele damos cuatro, jajajá”.

Ya con el cuerpo más calentito, Iván Torres sacó fuerzas para pedalear el triciclo con el que junto a la Raca y la Karen cerraron su aperrada y bien comida nota a la Vega firmando autógrafos y sacándose fotos con la barra.

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