Fue uno de los principales íconos del movimiento "Kitsch" de los 90. Paseaba en un pintoresco auto boogie con cuernos de toro, luciéndose por las calles de la capital.
Se trata de René de la Vega, quien ahora ya no sale en la tele, ni se escucha en la radio. Tampoco le canta a las "Chica Ricas", porque ahora las viste en Patronato, donde se ha convertido en el nuevo rey del barrio.
Es que el cabro está convertido en un mini empresario de la moda y el diseño, y abrió dos tiendas en el populoso sector, más otro local en Estación Central.
Y ha sido grito y plata, porque hasta su vecinos (que en definitiva son su competencia) lo quieren. "La gente lo identifica y eso es bueno para todos", contó Leyla Pichara, la propietaria más rica de la cuadra. "Son muy buenos vecinos" y "es amigo de todos", la secundaron Jacqueline Rebeco y Ramy Sarras, dueños de los boliches adyacentes.
Al cabro le va bien y se deja querer. Y como si sus logros fueran poco, mantiene una oficina de arquitectura, ingeniería y construcción, pega con la que inicialmente tiró p'arriba.
Para las evas, está más pelao, queda poco de su exuberante jopo y ya no tiene las patillas de antaño, aunque todo lo suple con una cada vez más atractiva billetera de cocodrilo.
-¿Cómo fue la idea de incursionar en la moda?
- Formamos una sociedad con mi hermana y mi cuñado hace tres años. En Patronato tenemos dos marcas de ropa. Una es "Hochfaerber"(ropa masculina formal y ejecutiva), y la otra es "Franco Rock Jeans" (ropa juvenil femenina), ambas con sus respectivas tiendas.
-Un verdadero negocio familiar...
-Claro. Mi hermana es la diseñadora, tiene bastante buen gusto y también viajamos a ver las tendencias.
-Yaaa...¿onda a las Uropas por ser?
-Sí pues, lo fuerte de nuestros diseños está en la moda Europea. Hasta el momento han gustado mucho los diseños y el estilo de ropa que tenemos.
-¿Cuál serían esos modelitos?
-Estamos trabajando fuerte con los jeans femeninos y nos preocupamos bastante en los diseños con puch up (levanta potito), y con doble pretina para esconder la guatita.
- O sea que la llevas con los jeans levanta cola... ¿Y las mujeres se sorprenden al verte en la tienda?
- Algunas quedan con la duda si soy o no el personaje de la televisión, pero las que me reconocen me piden fotos y autógrafos y al llegar harta gente sirve mucho para las ventas.
-¿Podríamos decir "René de las ventas"?
-Jajajá... más o menos. Facilitó mucho las cosas que yo fuera conocido, para los contactos y las ventas de nuestros productos. Mi rostro me ha abierto muchas puertas e incluso los trámites con las otras empresas que trabajamos se hacen más fáciles y cortos.
Uno de los proyectos que René había dejado de lado por jugar con el estrellato, fue estudiar una carrera profesional. Pero el cabro se puso mateo y consiguió los títulos de Técnico en Obras Civiles, Constructor Civil y, el que más lo enorgullece, el de Arquitecto. ¡Toma!
- El manso currículum que se gasta, compadre...
-La construcción es lo mío, he trabajado en varios proyectos, pero el principal ha sido el edificio que construí con mis propias manos, y que me demoré cinco años en pararlo.
-Pero se paró igual...
-El edificio aguantó el terremoto sin problemas y muchos me llamaron para felicitarme.
-¿Y cómo son los depas?
- De un ambiente. Son especiales para estudiantes y gente de la tercera edad que está sola.
- ¿Cariolas?
- Nooo... cuestan 100 luquitas al mes, más 20 de gastos comunes (parar la constru le salió cerca de 250 palitroques).
-¿Alguno disponible?, me porté más o menos y necesito un techito...
Jodiste, los 16 departamentos están arrendados, pero estoy en un proceso de ampliación y construiremos 10 departamentos más.
-¿Y algo fuera de Santiago?
Tengo cabañas en El Quisco y quiero comprarme otro terreno para seguir construyendo. Mientras, sigo con la oficina de arquitectura, ampliación, regularizacion de planos. Buscamos calidad, rapidez y economía.
HERMANA, SOCIA Y DISEÑADORA
María José ha estado en todas con su hermano. Ella es una de las "chicas ricas" que aparecía en el video que hizo famoso al artista "kitsch", y ahora es la diseñadora y socia de René de la Vega.
Después de vivir diez años en España, estudió diseño y sapeó lo que las lolitas lucían en el Viejo Continente.
"Fue muy importante el conocimiento que obtuve cuando viví en España. Ahí me picó el bichito de estudiar y confeccionar diseños originales, para marcar la diferencia", soltó la lindura.
