En las alfombras rojas lucen un halo de perfección física y el photoshop arregla cualquier pequeño defecto en las revistas, pero en su día a día las celebrities también sufren complejos, manías e imperfecciones ahora develadas.
La revista Star ha recopilado fuentes y expertos para elaborar una lista de famosos con complejos, defectos y rarezas a las que intentan poner remedio, con mayor o menor éxito. Jennifer Aniston, por ejemplo, luce un cuerpo envidiable a sus 42 años, pero hay un secreto que le trae de cabeza: los hongos en las manos. Según revela la experta en cuidado de la piel Dawn DaLuise, en el set de su última película la actriz sufría picores por culpa de dicha afección.
Otro defecto oculto son los pies de Angelina Jolie, que la actriz odia por ser muy grandes: "Piensa que son asquerosos y los encogería si pudiera". Es por ello que suele recurrir a los vestidos largos y los zapados en tono nude.
Y frente a la inseguridad de Jolie, la confianza en sí misma de Jennifer López, que se pone lo que le apetece "aunque no le quede bien". "Se ha enfundado vestidos que asfixiarían a un niño de 10 años", comenta una estilista consultada por Star.
Por su parte, Lady Gaga es un tanto roñosa. Pese a la cantidad de dinero que gana, "dejó sin pagar una factura de un conocido diseñador, que perdió miles de dólares; solo le abonó los materiales", asegura la revista.
En cuanto a los requisitos y manías de estrella, se llevan la palma Nicole Kidman y Rihanna. La actriz "no permite que los que trabajan con ella le miren a los ojos", mientras que la cantante está obsesionada con que nadie le copie el look y exige que su estilista esté disponible "en todo momento".
Otros secretos muy bien guardados son el de Sandra Bullock, que gusta de prescindir del sujetador y ocultar sus pezones con cinta adhesiva, y el de Courteney Cox, que requiere hacerse la cera con mucha asiduidad, "especialmente en los dedos de los pies".
Pero no todas las celebrities de la lista son mujeres. Como cierre, Star desvela que Jay-Z es un divo que exige que sus camisas estén "recién planchadas y calientes" antes de ponérselas. EFE