La bella cantante gringa, Taylor Swift le quebró la muñeca a cualquier califa que se hubiera querido pasar de listo con su nombre, comprando dos dominios web en los que su nombre podría estar amparando el porno.
La chiquilla se puso el parche antes de la herida, porque hace poco tiempo salieron a la venta los sitios que pueden terminar el ".porn" o ".adult", y por eso es que la rubia desembuchó unos pesos y compró "TaylorSwift.porn" y "TaylorSwift.adult", que son chupete para los cabros que encumbran volantín sin hilo.
Desde que salieron estas opciones, hay varios dentro del mundo de la farándula gringa que se han hecho con sus propios nombres para no tener que pasar bochornos, incluso, la compañía Microsoft, según mostró CNN.com, realizó la misma acción.
A lo largo del camino, y desde que se mezcló internet con Farandulandia, que han existido escándalos de tinte "cacheteo intenso". Celebridades de la altura de Pamela Anderson, Hulk Hogan o Paris Hilton han quedado expuestas, y eso que ni siquiera nos hemos metido en nuestro terruño, como con la grabación de Ronny Dance.