Fue lo primero que le comentaron al llegar a Chile, y por cierto que los datos le cayeron como una verdadera patada en la guata.
Es que picado por cargar con la chapa de divo a pito de nada, ayer el cantante guatemalteco Ricardo Arjona aprovechó su primer encuentro con la prensa criolla para desmentir los parafernálicos requerimientos que, supuestamente, había hecho para venir a nuestro país.
"Yo jamás en mi vida supe lo de la casa, no, no... nunca. Además decían como un asunto de excentricismo tremendo de un artista, que se me había ocurrido pedir una exposición de arte (...) deberían dedicarse a las novelas", respondió el artista a La Cuarta, cachúa con eso de que el intérprete alojaría en una casona de Pirque.
Chato con que "pongan palabras en mi boca", Arjona aprovechó el vuelo para aclarar que todo su atado con Juanes -por el mentado concierto por la paz en la isla de Fidel- ocurrió por comentarios mulas, ya que él nunca parló públicamente al respecto: "Decir que me robaron la idea no lo hago ni amarrado, aunque fuera cierto (...) A mí me parece fantástico que hayan hecho su show en Cuba. Nosotros venimos trabajando en el concierto hace un año y si existe la posibilidad de ir, lo vamos a hacer sin dar explicaciones", afirmó.
"VIÑA ES COMO TIRARSE EN PARACAÍDAS"
Además de comentar que no estaba ni ahí con la fama y responder varias preguntas de féminas que morían por saber sobre sus secretos a la hora de tirar las manos, Arjona parló respecto a su posible participación en Viña 2010. "El Festival es importante no por los presupuestos, sino porque es un lugar que a uno le representa un caudal de emociones importantes. Viña es como tirarse en paracaídas", explicó, para luego aclarar que pese a sus buenas intenciones, todavía no hay claridad. "Hay que mover a muchas personas y eso es complicado", acotó, pa'l suspenso.
Jorge Ruz A.
