Ricardo Darín hizo alucinar a famosillos

El Secreto de sus Ojos, El Hijo de la Novia y El Aura son algunas de las grandes películas que el actor Ricardo Darín ha protagonizado, y de las que parló ayer en una charla ofrecida a toda la barra que lo sigue en Chilito, en el marco de la séptima versión del Santiago Festival Internacional de Cine (Sanfic7).

Claro que dentro de ese lote hubo un selecto grupete de famosillos ligados al mundo de la actuación que no se quiso quedar abajo de esta imperdible presentación pública realizada por el che, que en su currículum tiene nada menos que un premio Oscar.

Julio Jung, a quien Darín felicitó públicamente (la foto), Fernanda Urrejola, Juan Pablo Sáez, fueron sólo algunos de los actores que se camuflaron en medio del público para disfrutar de esta charla.

El parloteo también se centró en contar cómo ha sido la carrera del actor y la fama que se ha ganado a punta de esfuerzo. "Llegué a ser actor de manera totalmente fortuita", reconoció Darín.

"Mi papá asistió a un programa que frecuentaba, de repente se dieron cuenta de que necesitaban un niño y que yo cumplía con las características y, sin pensarlo, me embarcaron en esto", confesó.

El actor verseó que a los 12 años filmó su primera película, Nacido en la Ribera, y agregó que considera que el cine es algo muy difícil: "No me considero superdotado, estoy en el grupo de los que deben prepararse y decodificar el cine, pero recién empecé a hacer esto luego de la película Perdido por Perdido".

Darín tiene un historial bastante abultado en la actuación y ha conseguido muchos elogios por sus papeles.

Es por eso mismo que llamó la atención de los presentes a la charla, que se realizó en el salón Grand Ballroom del Hyatt, que Darín tuviera la sutileza y humildad de rendir un homenaje al trabajo de Julio Jung por su papel en la película El Baile de la Victoria, donde trabajaron juntos.

"La última escena de la película donde aparece Jung es magistral y en general toda su actuación es espectacular", dijo Darín.

El actor che se acercó a Jung que estaba sentado en el público como cualquier cristiano y le dio un abrazo recibiendo un gran aplauso del público.

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