Bailando, sonriendo y cantándole a su Santiago querido, Ringo Starr se mandó un show completito anoche ante más de 9 mil almas en el Movistar Arena. El ex baterista de The Beatles se mostró como cabro chico pese a sus 71 años de edad, ya que sin dramas partió su show cantando los hits It Don´t Come Easy y Boys, para luego pasarse a la batería, mientras su banda dejaba la grande con sus propios temas, entre los que se lució el albino Edgar Winter con Frankenstein. Para el recuerdo fue ver a la barra coreando Yellow Submarine con un mar de globos amarillos.
