Roberto Farías lleva rato luciéndose. El 2014 todos se llenaron la boca hablando de su talento por sus pegas en la segunda temporada de “Los archivos del Cardenal”,  “Sudamérican Rockers” y “Secretos en el Jardín”. Hoy nuevamente saca aplausos  por la peli “El Club”, ¿pero de qué sirve ser uno de los mejores actores de Chilito?

“Estoy sin pega. Hice todo lo que tenía que hacer y ahora ni un hueón me llama a trabajar y sacan teleseries y no estoy en ninguna”, comenta el oriundo de Conchalí.

-¿Será que la industria es muy penca?

- Es un misterio, no sé si son cagones, no sé qué les pasa, porque yo lo paso bien, me llevo bien con la gente, me gusta trabajar, actuar. Entonces te frustras (...) No me interesa ser protagónico, denme algo decente y chao, un rol cualquiera para vivir un rato.

- La tele es ingrata, pero en cine y teatro  has laburado con los más pulentos.

- Pero no se vive de eso. Soy orgulloso y exitoso de haber trabajado con los mejores, ”the best”, no me quejo de eso, pero las lucas están en otro lado y eso se los puedes preguntar a cualquier actor: Las lucas están en la tele, en teleseries, series o hacer clases. Pero yo vivo de actuar y eso es duro.

-Y ahí te trabaja la sesera...

-Dices: “¿Qué estoy haciendo mal?, ¿tengo que ser más simpático’”. A mi edad, a los 46 años, con una carrera medianamente decente en teatro, cine, televisión, cuando ahora debería estar más tranquilo, se empiezan a cerrar las puertas.

- Enchucha ver como se farrean el talento.

- Te frustras, te da rabia, es raro, ¿será una época?, ¿habrá una crisis?, ¿pero cuántas producciones dramáticas hay en televisión? Entonces dan ganas de mandar todo un poco a la chucha y desaparecer, pero hay que seguir. Tengo una hija y hago mis  películas, ya he hecho tres cintas. Pero algo haré o inventaré para salir de esta.

Por el momento Farías está con la obra “Acceso”  hasta el 27 de junio en el teatro La Memoria y a fin de año llevará el mismo montaje de paseo por Europa. En septiembre estrenará su tercera peli “Perkin” y no descarta echarse el pollo si en otra latitud valoran mejor su desempeño. “Yo feliz si me ofrecieran una pega afuera, agarro a mi hija y me largo. Todo el rato”.