Álvaro Gómez es un laburante y ante su actual viudez tevita se las arregla como emprendedor. Haciéndolas todas, desde vender paltas hasta chantar su propia sanguchería.
Aplaudido como el vedetto Robinson en “Las Vega’s” (2013), Alvarito no cacha por qué no lo han vuelto a llamar para mostrar sus talentos. “No me lo explico, antes eran cosas que me bajoneaban pero hoy lo tomo de otra manera. Explicación no tengo”.
En cuanto a su emprendimiento cuenta que “estuve vendiendo paltas un par de meses, lo estuve explotando un rato, viendo cómo era, pero lo dejé en pausa porque ahora estoy armando una fuente de soda”, comenta la media naranja de Francini Amaral y que espera poder abrir la próxima semana su sanguchería y salad bar en Ciudad Empresarial.
“Se llama La Vianda, el concepto básico es come sano (por la ensalada), pero si no lo vas a hacer come güeno. Tenemos sanguches criollos: de prieta, carne mechada,fricandela casera y un buffet largo de ensalada”, detalla Gómez que también quiere lucirse como anfritión y cuya última pega en la tevé fue en “Mamá Mechona” (2014).
- ¿Y esta faceta de empresario?
- Nosotros con mi primo, que es mi socio, teníamos hace rato ganas de independizarnos y dejar el patronaje. Se dio casualmente que me quedé sin pega en la tele, que era lo que me daba mayores lucas. Hice teatro, el “Qujiote”, pero el teatro dura poco.
- Claro, no vamos a vivir a pura “Dulcinea”.
- No sé si lamentable o afortunadamente mis costos de vida han subido en relación a unos años atrás. Hoy tengo un dividendo que pagar, una casa que mantener y las cosas están más caras, todo sube.
- Es raro lo que pasa contigo, porque hasta hace poquito eras de los más cotizados.
- No sé si harán un focus group para ver si la gente te quiere o no. También entiendo que se generan círculos de amistades o de conocidos muy buenos donde hay un poco más de lobby del que probablemente yo no he participado.
- Te falta el autobombo.
- Es que no soy así y de alguna manera tampoco planeo imponérmelo. Entonces por eso ahora estoy donde estoy. Igual me siento la raja haciendo esto porque depender de un contrato que dura dos años a honorarios sin derecho a imponer, después te echan y no te pagan ni un finiquito, estar amarrado a eso es un cacho. Ahora tengo todas las expectativas puestas en el local y quiero que me vaya bien.
- Es de esperar que sus viudas tevitas lo puedan ver pronto en pantalla.
- Y ojalá si llega alguna pega en un canal poder analizarla desde otro punto de vista, poder decir si las condiciones que me ofrecen y el personaje, el guión, me conviene o no y no aceptar cualquier cosa como lo hice durante el tiempo que estuve en la tele.