Una tole tole del terror se armó cuando los finalistas del reality de moda asomaron sus humanidades en el nido de los pájaros de fierro, de Ciudad Gótica.
Es que los ágiles se tiraron como carroñeros sobre Domi y Roca para intentar sacarles una sílaba en Fa sostenido. A todo esto, y no es por pegarnos la quebrá, pero resulta que cuando les contamos que este parcito fue elegido por la barra adicta a la mula realidad del 13 para mandarse a cambiar a China y, de paso, incrustarlos en la gran finalísima de Mundos Opuestos, dejamos laca en el Sistema Solar y sus alrededores.
Pero volvamos a lo que nos convoca: ayer, tipín 16 horas según marcó el wachimal water resist, los cabros llegaron al aeropuerto con una sonrisa de oreja a oreja. Es que no cualquiera les cuenta a los nietos que anduvo echando la talla en la Gran Muralla China. Así nomás.
El tema es que entre tanto micrófono, cámara de tele y flashazo, los nenes se anduvieron urgiendo, ya que se les estaba acabando el tiempo para entrar por un tubo a policía internacional. Esto, gracias a que la producción que los acompañará en su periplo por Oriente, llegó un buen rato antes para hacer los trámites en el mesón de Air Canada.
CON LA DUDA
Como el viaje para llegar a la tierra de Jackie Chan es teyible de laaaargo, les llevamos unos plumones a Domi y Roca pa’ que los ocupen cuando se bajen del avión con parrilla, además de unas motivadoras Bombitas 4 llamadas Jolgoria y Yuya, para que el Piedra Pome no pase penurias echando de menos a su Mariarrica.
Y mucho ojo, huachalín y adenoides varios, que le preguntamos a Roca a quién xaxu le encomendó las llaves del cinturón de castidad de la bife chorizo, miren que ahora Pastorino tiene la cancha libreta para jugársela con todo por su ex. Y si me apuran, ganas no me faltan.
Como era difícil trabajar, frase típica de los colegas de la tele a la hora de graficar que no escuchan ni pío lo que les están preguntando del estudio, le gritamos al deportista extremo si se iba tranquilo. Me van a creer que puso su mejor cara, para dar un escueto “está todo bien chiquillos, gracias por preocuparse”.
¿Y LA PRINCHECHA?
Por su baranda la Domi llegó de lo más canchera y regalando risitas a cuanta cámara la tenía en la mira. Y como era de esperarse, todos le preguntaron por sus arrumacos con Joche.
“Estoy muy bien y vamos a ver qué pasa más adelante. Déjense sorprender (...) Y muchas gracias a todos los que me apoyan y quieren”.
