Al parecer, para ser considerado un artista de verdura hay que tener gustos fuera de lo común, y también estar medio chiflado.
Prueba de eso son las exigencias que todos los años ponen los músicos y humoristas que vienen al Festival de Viña, como el camarín cubierto de telas negras de Luismi y la casa rodante de Elton John, por nombrar algo.
Pero este 2014, parece que la cosa no anda tan sabrosa. Según la producción de la pomada veraniega, la gente que pone el brillo del espectáculo ha sido piolita, y hasta el momento no le ha dado tanto color con los requerimientos.
Claro que siempre hay alguien que jode la pita, y este año el premiado se lo sacó Rod Stewart. El cantante inglés exigió que para su show en la Quinta le tuvieran... ¡58 pelotas de fútbol! ¿Se cree viejo crack? Na' que ver, si las quiere pa' chantarles una mosca y lanzarlas al "Monstruo".
Y cache que, pese a los calendarios que le pesan, el hombrón igual anda en la onda mundialera y exigió que le consiguieran las mismas bolas que chutearán Alexis Sánchez, Messi y Arturo Vidal en Brasil 2014.
Además, el chascón de 69 pepas exigió una filarmónica de 11 músicos chilenos para que lo acompañen en vivo, en lo que será una de las grandes sorpresas que se trae bajo la manga.
Para el manye
A diferencia de otros años, la comida y hotelería no ha sido un gran tema para la producción. "Están cada vez más recatados en sus exigencias", tiran por allá. De hecho, cuentan que artistas como Ricky Martin, Ana Gabriel, Alexis y Fido, y Fito Páez sólo han pedido alimentos como frutos secos, miel, jengibre, infusiones de té, aguas minerales y bebidas energéticas, y alojarse en habitaciones presidenciales. Sencillos, como nunca.