No es que hayamos frotado la bola de cristal derecha que tenemos en la sala de machitunes y pedicure del diario pop. Pero entre tanto pastelazo que se ha mandado Kike Acuña, a la pobre Roxi no le quedó otra que suspender, con cara de cancelar, su matri con el dolape.
Para ser sinceros no es novedad que la historieta de amor de esta parejita hace rato que se estaba yendo a la punta del cerro Los Placeres para luego pasarse al Barón.
Por más que los cabros se juraban cariño del bueno ante cuanta cámara y grabadoras solares se les acercaba, en su círculo más íntimo veían como el idilio del jugador y la modeloca se estaba convirtiendo en un culebrón venezolano de alta sintonía, donde sólo faltaba que volaran platos hondos y bajos no identificados cerca de sus cabezas.
El cuento es que ayer, los ágiles del SQP pillaron al Kike con unos amigotes calmando la sed de justicia en una conocida fuente de soda del barrio alto, donde según nos soplaron en la oreja, el cabro habría estado humedeciendo las penas luego de escuchar de la misma boquita linda de la Roxana que el matri ya no iba: finish, chao pescao, caput, chaolín.
El Kike no podía creer que las palabras que salían una tras otra de su prometida eran de verdura y en más de una ocasión pensó que le estaban jugando una broma de muy mal gusto.
Pero a ella no había cómo moverla de su postura. Él intentaba sacarse los pelos de a uno, pero no tenía. Roxi le insistía que no se casaría el viernes 13, que estaba con dudas y que simplemenete no era el momento.
Un Kike terrible de choreado, no hay que olvidar que más encima el manyete, la chupeta y el DJ están listos pa' celebrar la unión en el hotel Manquehue, no aguantó el plantón que dejó a Kike como el Ruperto que inmortalizó Pepe Tapia... "Ya no habrá luna de miel, ya no habrá luna de miel".
Ayer los cuernofonéamos a ambos, pero no nos pescaron en sus celus.