Muchas veces el paso del tiempo y la gravedad son crueles con el cuerpo. Arrugas, estrías, manchas y las caídas (del cabello) son parte de la "sejuela", proceso que la ricarda actriz Salma Hayek tiene clarinete. A sus redonditos 44 años, la productora de "Frida" aseguró que sus pechos son los que más han sufrido el avance del calendario.
"No están mal", pero ya no lucen como hace una década, aseguró sobre sus lolas la chiquilla en una entrevista que será portada del próximo número de la revista Allure. En este sentido, Salma recordó cuando el mundo babeaba con sus destapes y confesó que las escenas hot con Antonio Banderas en el filme Desperado (1995), le tomó unas 7 horas. "Fue muy difícil", soltó la actriz quien negó ser "una exhibicionista".
BULLYING
Aunque usted no lo crea, la ricura, reconocida como una de las mujeres más atractivas de Hollywood, aseguró que dicha chapa contrasta con los tallitas que los tontones le hacían desde peque en México por su aspecto. "Se burlaban de mí porque era muy bajita o tenía la piel muy oscura", verseó.
EN SU MEJOR MOMENTO
Sobre las batallas en el ring de cuatro perillas, Hayek aseguró que las mujeres de 40 años "deberían estar más a gusto con su sexualidad". "Tienes más confianza en ti misma sobre ese aspecto. Así debería ser", afirmó.