Salseros se la gozarán toda con Willy Chirino y Lalo Rodríguez

La fiesta no para. El fenómeno de la salsa sigue más vivo que nunca en nuestro país, y el próximo sábado 23 de agosto quedará demostrado a través del segundo mega vacilón organizado en el Centro Cultural Estación Mapocho.

Esta nueva patita de "La Gran Fiesta de la Salsa" será a todo ritmo y contará con la presencia de dos de los exponentes más cototos de la especialidad, el puertorriqueño Lalo Rodríguez y el cubano radicado en Miami, Willy Chirino.

Con una puesta en escena que mejorará lo expuesto durante la visita de Oscar D'León, la productora Pas, a cargo del brillo, prometió que el carrete será inolvidable y que la Estación se convertirá en una verdadera pista de baile, con una cachá luces de última generación y un sonido a prueba de guatazos.

DEVORADOR

Del par de estrellas del eo, eo, sin duda que el más conocido por acato es Lalo Rodríguez. El músico de 50 años se hizo famoso en toíto el mundo gracias al invencible "Ven, devórame otra vez", el temón califa que el perico lanzó en 1988 y que se convirtió en todo un himno en el Chilito de los '90, abriendo oficialmente el nicho de la salsa tras el regreso de la democracia.

Pero el éxito no llegó producto de una moda, sino que tras un largo batallar. El artista comenzó a ponerle el hombro durante el año 1973, pero sólo en 1980 logró grabar su primer disco como solista a través de una producción que fue seguida por otras dos en el 82 y el 85.

Los resultados fueron buenos, pero no cototos, por lo que Rodríguez hizo un arito en su carrerra hasta volver el '88 con su trabajo "Un nuevo despertar", que incluyó el "Devórame", su mayor éxito que estuvo por largo tiempo en los primeros lugares del ranking latinoamericano.

De ahí al reconocimiento mundial hubo un paso, recibiendo desde premios "Billboard" hasta una considerable cantidad de discos de oro y platino que se repetieron en sus siguientes producciones.

INMIGRANTE

Por su litro, la historia de Willy Chirino no deja ser sacrificada y exitosa. El artista nació en Cuba y de pichicho armó grupos de rock junto a sus compipas del colegio. Todavía de péndex, protagonizó un éxodo masivo junto a otros 14 mil niños isleños con destino a los Estados Juntos, donde el cabro cambió el rock por la salsa comenzando con un prolífera carrera como compositor, arreglador, instrumentista, cantante y productor.

Además de haber trabajado con grandes como Tito Puente y Julio Gutiérrez, Chirino ha editado veinte discos de larga duración mezclando ritmos tropicales, habaneros y brasileros; destacando producto de su particular estilo por discachos como "Zarabanda", "South Beach", "Asere" y "Afro-disiac", que ganaron discos de Oro, y "Oxígeno" y "Acuarelas del Caribe", que obtuvieron disco de Platino.

UNA REINA

Pero el concierto de los grandes no llegará de un día para otro, sino que precedido de un cototo concurso organizado por La Cuarta. Y si en junio dejamos la grande con la mega competencia de salsa que terminó con dos flamantes parejas ganadoras, en esta pasada la romperemos eligiendo a la minurri más ricarda de la onda salsera.

Haciendo gala de la especialidad pop, cada salsoteca mandará a su propia participante, bajo las condiciones de ser mayor de 18 años, bailar el ritmo caribeño y no ser un rostro de la tele a color.

En esa, un lote de linduras se las jugarán con tutti con tal de pasar las cuatro etapas que se desarrollarán durante el mes de agosto. Aunque el premio es una incógnita millonaria, sólo les podemos adelantar que brilla por si solo.

MARC ANTHONY Y OSCAR D'LEÓN ABRIERON EL CAMINO

No hay lugar para segundas lecturas, el fenómeno de la salsa se ha convertido en la gran fiebre musical del 2008 en nuestro país. Tal vez sin pensarlo, e incluso sin contar con el apoyo de los salseros más puristas que más bien lo consideraban como un artista del ámbito popero, la visita realizada a inicios de junio por el cantante Marc Anthony abrió las puertas de un mercado que por años se había mantenido piolita en el circuito chilensis.

Fue el puertorriqueño autor de "Valió la pena", quien dio las primeras luces respecto del furor salsero que por años se había caldeado en los salones de baile criollos, y que a inicios del 2008 pidió a gritos la visita de aquellos verdaderos exponentes de la especialidad que por años habían esperado. El interés no era nuevo y por eso había que aprovechar la mano para pedir conciertos masivos.

El primero de ellos fue el realizado por la pierna peluda de Jennifer López, y a tanto llegó la cuática que apenas se anunció el brillo, una inesperada locura por participar acabó de una con las entradas para la única presentación pactada con el artista. El éxito derivó en que se sumara una segunda aparición el día 4 y una tercera (y de última hora) para el lunes 2, es decir, antes del mismísimo carrete considerado como debut.

EL LEÓN

Sólo días después fue el turno de "La Gran Fiesta de la Salsa", el mega carrete organizado el sábado 7 de junio en el Centro Cultural Estación Mapocho y cuyo principal invitado, el venezolano Oscar D' León, provocó una verdadera explosión por parte de los verdaderos fanáticos del ritmo.

La Estación, que se convirtió durante toda una noche en la salsoteca más grande de Chile, recibió a más de ocho mil pericos buenos pa'l eo, eo, quienes se las vacilaron todas en un espectáculo que contó con una puesta en escena a todo ritmo que involucró a gran parte del recinto y que dejó con así la sonrisa al variopinto respetable que llegó.

Tal fue la locura que hasta un campeonato de salsa se organizó para dar la bienvenida a este artista. En tres jornadas, realizadas en el Klub Mangosta, Habana Vieja y Habana Salsa, se buscó a la mejor pareja sabrosona de Chago City. Al final dos parejas, Ricardo Vega y Karen Forcaro del "Tablón Rufino" y Pato Sánchez con Blanca Carvajal de "Havana Salsa", alcanzaron el triunfo y junto con cenar con D'León, tuvieron la gran y soñada oportunidad de formar parte de su celebrado espectáculo en la Estación Mapocho.

EL CABALLERO

La destacable presencia del "León de la Salsa", considerado tras la muerte de Celia Cruz como el caporal mundial de la especialidad, fue seguida por otro capo del estilo, "El caballero de la Salsa", Gilberto Santa Rosa, quien sólo unas semanas más tarde dejó la mansaca en el Teatro Caupolicán, incluso quedando público afuera debido a que se trató de la primera visita del cauro a nuestro cada vez más caliente terruño.

Por Jorge Ruz Arias

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