Quien la viera como una señorita en películas Disney y ahora... a la capacha. La actriz Lindsay Lohan deberá cumplir una condena de 90 días de cárcel desde hoy, debido al incumplimiento de su libertad condicional, ya que no estaría ni ahí con su rehabilitación por el maldito alcoholismo.
La ex niñita bonita de Hollywood tiene dos mansos condorazos a su haber. En el 2007 la minoca chocó contra un hotel en estado de ebriedad y dos meses más tarde fue detenida por andar con la pipa al volante. Ya esa vez estuvo 84 minutos en cana en un cuático suburbio de Los Ángeles.
Ahora la cosa no es tan sencillita, porque el Tribunal Superior de Los Ángeles sentenció el pasado 6 de julio a la Lohan con 3 meses de prisión, luego 3 meses de rehabilitación y una vigilancia a prueba de balas con su posterior libertad condicional.
Hasta el abogado de las estrellas, Robert Shapiro, habría renunciado a defenderla y eso que el caporal legúleyo la tuvo en una residencia especial para "sobrios".
Lindsay entró al Centro de Detención Regional Century en Lynwood, California, donde tendrá una celda para ella solita en un módulo especial. La minurri no podrá interactuar con el resto de internas.
