Cada vez que el cantante pepe, Enrique Iglesias, miraba su cuerpo hacia abajo le entraba la depre.
Él mismo confesó a su fanaticada en un concierto en Australia, que estaba chato de su miembro, pues era tan chiquiturri que estaba seguro que era el más pitufito del mundo. Tan pequeño era que ni con lupa se lo veía. Necesitaba un microscopio. Pobrecito.
Lo peor es que para confirmar el tema le sacó fotos a su pajarito en cuanto concierto se lo piedon (sapee aquí).
¡Shuuu! Hay que ser bien valiente para la mansa caída de caset, sobre todo cuando su papi era más califa que ejemplar autóctono chilensis. Al toque viene a la memoria que hace un par de años el papi Iglesias hizo cruz pa'l cielo que se había comido 2000 minurris.
Pero la sincerada no quedó ahí porqué remató diciendo que había perdido la virginidad al cuarto de siglo y que el cacheteo duró menos que papel higiénico en baño de disco.
Ahora el tabloide mexicano Fama y otros medios, aseguran a teclados juntos, que el cantante se choreó y decidió alargarse el penelope. Eso sí no quiere que le manden una lupa como le sucedió a otro socio por ahí, pues se aburrió de tener que chantarse calcetines para llenar el churrín.
Pero el cuento no es pura estética, también influyen los cochinos morlacos. Una conocida firma le habría ofrecido un jugoso contrato por modelar sus prendas íntimas, pero el mismo se preguntó...¿Y con qué ropax?x. Por eso el arreglín es más que necesario.