Mañana se inicia uno de los juicios más esperados del último tiempo: contra Conrad Murray, el médico de cabecera de Michael Jackson, quien está siendo acusado de homicidio involuntario, por suministrarle una sobredosis de medicamentos a Dominó el 25 de junio de 2009.
Doce integrantes del jurado (que tienen entre 32 y 57 años), escucharán durante cinco semanas los testimonios de los diversos testigos citados pa' la ocasión.
La parte acusadora argumenta que el cardiólogo le administró un medicamento llamado Propofol (que el artista usaba para tratar sus problemas para dormir) y que cuando se dio cuenta de la embarrada, lo dejó solo.
Mientras que su defensa jura de guata que el Rey del Pop se tomó solito los remedios aprovechando que el doc estaba fuera de su dormitorio, en la lujosa mansión que el cantante tenía en Holmby Hills, en Los Ángeles.
En el caso de que el profesional sea encontrado culpable, podría pasar hasta cuatro años precioso.
El juicio se realizará a la par con el concierto en homenaje que se le hará al cantante, y que se realizará el 8 de octubre en la ciudad de Gales, en Inglaterra.