Cuando sacó su libro en el que contaba toda su verdad sobre "Los Prisioneros" y su tirante relación de amistad con Jorge González, Claudio Narea le terminó de declarar la guerra a quien fuera su gran amigo y compañero de las aventuras musicales más fecundas del rock criollo.
Con esas letras impresas en el papel, cualquier atisbo de alguna posible reconciliación entre ambos pareció extinguirse de forma irremediable.
Eso se veía a simple vista, pero ayer en su fanpage de Facebook, Narea sorprendió con un mensaje calmo y conciliador sobre el complejo estado de salud del histórico frontman de la banda.
"Desde el 8 de febrero, cuando se supo de la enfermedad de Jorge, decidí no referirme a la situación. Sentí que lo que yo dijera en ese momento podría ser malinterpretado(...) Sin embargo, frente a una nueva hospitalización, quiero hacer una sola declaración: La enfermedad de una persona es algo serio, con lo que no se especula ni se juega. Yo espero que Jorge se recupere y todos quienes fuimos parte en su momento de Los Prisioneros podamos desarrollar nuevos proyectos y seguir con nuestras vidas en tranquilidad", escribió Narea, bajando unos cuantos cambios en relación a la belicosidad de sus anteriores dichos.
Quizá inspirado por Semana Santa, el guitarrista cerró su discurso. "Vuelvo a mi silencio. Si alguna vez hubiera algún contacto con sus cercanos para saber más de su salud, de parte mía o de la gente que trabaja conmigo, será con la más estricta reserva. Gracias".