La pena de amor del capo español de "MasterChef"

Sergi Arola es un hombre de gustos refinados, pero no tan solo en lo que se refiere a la comida, donde es un maestro. El chef petazeta de "Masterchef" gusta mezclar finamente tanto los sabores culinarios como los románticos.

El último amor conocido de Arola data de mediados del 2016. Es una española que dejaría tonto a cualquiera que la mire: Silvia Fominaya es la colorina que le enciende el fuego a Sergi, pero que lo tiene picando cebolla finita luego de que, muy a su pesar, tuviera que terminar con el flechazo de Cupido.

Duraron juntos más de un año, y según diversas entrevistas que ha dado a los medios petazetas, el chef rockero finiquitó su pololeo, pues su alcachofita amada está metida hasta las masas en un juicio contra su ex marido.

El tema es que ella, según lo comentó a "Vanitatis", necesita concentrarse en lo judicial: "(Sergi) es un ser estupendo, pero yo necesito tiempo para solucionar los temas judiciales que tengo pendientes con el padre de mis hijos. De momento mi cabeza está en otra cosa y ahora mismo no ha podido ser".

Entre las declaraciones que el galancete chef del 13 ha dado a la prensa, por ejemplo al portal "Look", aunque está en nuestro terruño como jurado no se la puede sacar de la azotea: "La echo de menos cada puñetero segundo del día. Ella sabe dónde me tiene, le tengo mucho cariño", y es tanto el amor que le profesa que, según parló, no hay otra que le agarre la cuchara. "No le deseo a ninguna mujer lo que le está pasando Silvia", crudo.

Cuentan que el tincudo barbón hasta le había pedido matri a la belleza antes que todo se fuera a las pailas. Si bien el término fue en buena y tenían fe de reencontrarse una vez terminados los atados de Silvia, no han vuelto a echarle aliño a la pasión.

CRUZADO CON CUPIDO

Pero esto no es lo único que le tiene las criadillas reventadas a Ariola, pues aunque llegó a tener dos estrellas Michellin en su restaurante homónimo, que son como los premios Oscar para los cocineros, las perdió luego que tuviera que cerrar el local. Esto es una de las pérdidas más grandes para un chef, y según contó a la cadena ABC, la bajada de telón fue porque no podía seguir trabajando con su ex mujer y socia, Sara Fort.

"Esto lo tomo como el final de una etapa y el inicio de otra. Ahora tendré que ponerme a trabajar en busca de nuevas ilusiones. Cocinar es lo único que sé hacer. Después de 20 años en Madrid, me gustaría seguir aquí. Pero si no es posible, como siempre saldré de las fronteras y a emprender nuevas andaduras", fueron las palabras del hombrón para ABC, entrevista que les dio desde Portugal, donde aún mantiene un restaurante con una estrella, que se llama "Lab by Sergi Arola".

Al parecer tanto agobio fue una de las gatillantes para que Arola emprendiera su rumbo a Chilito, aunque se mantiene viajando constantemente al Viejo Continente, donde se encuentra por estos días.

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